miércoles, 20 de marzo de 2013

Carreteras, obstáculo mayor para los felinos pequeños



Rodrigo Núñez, presidente del comité de expertos del jaguar y otros felinos, destaca el desafío para conservar jaguarundi con macrolibramiento. Pone en relieve la necesidad de estudiar mejor los hábitos de ese gato. La foto, de su autoría

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO

Como felino pequeño, el jaguarundi (Herpailurus yaguarondi) tiene posibilidad de adaptarse más a zonas perturbadas, pero se le caza de forma indiscriminada porque se le considera animal “dañero”. Lo cierto es que una carretera de cuatro carriles, como es el Macrolibramiento de Guadalajara, es un desafío mayor para la especie, señala el presidente del grupo de expertos para conservación del jaguar y otros felinos a nivel nacional, consejo consultivo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Rodrigo Núñez Pérez.

“Los felinos son muy sensibles a la presencia humana, pero el jaguarundi es el que se ha adaptado mejor, lo encontramos en zonas de perturbación, pero si lo molestan, se va; toda actividad humana o estructura provoca que los animales se alejen, y este impacto es más fuerte en las hembras, que son las que sostienen la vida de los animales, y como las hembras busca el cobijo de los cachorros y su alimento irán a lugares más tranquilos, para hacer sus madrigueras o refugios, así que obviamente lo que son carreteras es una molestia constante”, señaló en entrevista para MILENIO JALISCO.

Este felino, que se encuentra protegido en la norma oficial mexicana 059-SEMARNAT- 2010, ha sido detectado por cámaras fijas en los puntos del trazo del macrolibramiento, correspondientes al valle de Tlajomulco, cerca del Cerro Viejo. Por ello, la delegación Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ya notificó al promotor de la obra (la Secretaría de Comunicaciones y Transportes) para que analice los datos, y eventualmente, se pueda comprobar de forma directa la presencia del pequeño depredador (ver edición de ayer).

- ¿El tamaño del animal cuenta para que sea afectado por una obra de infraestructura?
- Así es, para un animal chico, una carretera grande es un obstáculo mayor; podemos pensar que un venado puede cruzar una carretera de tres o cuatro carriles, corriendo rápidamente, y no necesariamente se va a salvar de que lo atropellen; pero un gato chico tiene más distancia que recorrer y es más vulnerable, además de que un animal pequeño puede ser invisible al ojo humano, hemos encontrado muchos gatos atropellados en la costa de Jalisco, generalmente van saliendo de la vegetación y no se ven; animales más grandes son más fáciles de evitar.

- Si son tan adaptables, ¿por qué están en riesgo de desaparecer?
- Al margen de que no estén tan bonitos como los gatos manchados [jaguar, ocelote, tigrillo] son perseguidos por los cazadores, porque los consideran dañeros, que cazan y comen gallinas, de hecho, uno de sus nombres es onza gallinera, y la gente, si ve la oportunidad, lo mata.

Núñez Pérez destaca que hay muchas lagunas en el conocimiento de esa especie. Los pasos de fauna pueden ayudar, pero no necesariamente serán utilizados. Los estudios de impacto ambiental suelen omitir su presencia porque implica condiciones más estrictas que el hecho de que no estén registrados, lo cual las hace un instrumento de regulación poco confiable. Ni se diga de lo que no pasa cuando se descubre una especie protegida: en otros países se llega a parar las obras, aquí suele no pasar nada.

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