En junio, nueva estructura de gobierno del bosque; habrá un instrumento de manejo del fuego. También se renovará el convenio de coadministración con el gobierno federal
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO
A comienzos del próximo mes de junio, el bosque La Primavera ya contará con un esquema de gobierno basado en un organismo público descentralizado (OPD), dispondrá de una primera versión de una herramienta para manejo de fuego y renovará el convenio de coadministración con el gobierno federal, dijo ayer la secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), Magdalena Ruiz Mejía.
“El convenio con el gobierno federal lo estaremos firmando por estos días; el tema del nuevo modelo de gobernanza es un compromiso dentro de los primeros cien días, y la estrategia del manejo del fuego en el bosque arrancará con este proceso, en el entendido que va a tener ajustes de más tiempo”, explicó en entrevista con MILENIO JALISCO.
El llamado “nuevo modelo de gobernanza” es la transformación del actual comité técnico del área protegida a OPD. “Vamos a propiciar un nuevo modelo que le ayude a tener autonomía, a tener autoridad, y que el director del bosque también tenga el perfil y las atribuciones como cualquier director de área natural protegida, con una junta de gobierno solvente, un fideicomiso, plataformas incluyentes de toma de decisiones con todos los actores, principalmente los propietarios, pero esto en su tiempo lo detallaremos”, explicó la titular de la Semadet.
— Queda pendiente la consulta pública del nuevo programa de manejo…
— Así es, es un trabajo que se tiene que hacer junto con la Semarnat y la Comisión Nacional Forestal, por que sea un ejercicio muy solvente, pues se trata del instrumento para tomar decisiones en el bosque.
Convertir el órgano de gobierno del bosque a OPD significa darle la personalidad jurídica a la dirección para que pueda realizar actos de autoridad: podrá detener a infractores, fundamentar procesos judiciales y cobrar los aranceles correspondientes por los usos permitidos, de acuerdo con lo que determine el programa de operación y manejo.
A la fecha, esas tentativas han fracasado, pues la dirección ejecutiva y su comité técnico no tienen la personalidad para aplicar la ley, lo que obliga a depender de las acciones que hagan los ayuntamientos de la zona y las instancias federales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La Semadet refrenda la disposición a entregar 15 millones de pesos anuales para la administración del bosque. “Se dará profunda atención en el problema del cambio de uso de suelo, como una de las principales amenazas y su relación con los incendios forestales”, y “a través de un programa de divulgación y educación ambiental, haremos partícipes a los habitantes del área para que valoremos en su justa medida a La Primavera como el principal proveedor de los servicios ambientales y de calidad de vida de la ciudad”, dijo la dependencia en un comunicado emitido ayer.
Sobre el tema del bosque, el saliente director de sustentabilidad de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder), Héctor Valdovinos, opinó ayer que “la sociedad continúa esperando” la aplicación de los objetivos de la reserva ecológica.
El balance “sigue siendo deficitario en todos los sentidos […] la presión social lo ha ido convirtiendo paulatinamente en un gran parque urbano, pero sin las previsiones de cuidado que, bien que mal, se observan en los espacios verdes metropolitanos […] tal vez uno de los motivos que ha propiciado este deterioro del área protegida sea la autocomplacencia y la falta de un mínimo de autocrítica de los involucrados en su cuidado”, desde el gobierno federal hasta los integrantes del comité técnico.
“Todos tendríamos que estar de acuerdo en sufragar los costos que implique garantizar la permanencia de éste ya casi relicto natural”, destacó.
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La geología más diversa
Una de las riquezas que hacen único al bosque La Primavera en el contexto nacional y mundial es su diversidad geológica. Nacido hace 140 mil años de un yacimiento volcánico que permanece activo, esto condicionó su frágil desarrollo y explica su compleja diversidad, dijo ayer el director del Instituto de Medio Ambiente y Asentamientos Humanos de la UdeG, Arturo Curiel Ballesteros: “Hay que reconocer la parte de geodiversidad, que es como la memoria histórica de la construcción de este mundo; nos damos cuenta que es el sitio de mayor geodiversidad en México y Latinoamérica; en una zona tan pequeña tenemos múltiples expresiones de gran riqueza”.
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