lunes, 4 de abril de 2011
Acueducto permitirá bajar los costos del agua, aseguran el SIAPA y la CNA
Proyecto evidencia que el lago de Chapala seguirá como fuente principal de la ZMG. Segunda línea es necesaria para sacar los 240 millones de m3 a que tiene derecho la ZMG, reducir costos de electricidad, dar mantenimiento constante y “blindar” a la ciudad ante una eventual escasez, indican las dependencias
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 21 de marzo de 2011
Si hace nueve años, en medio de una de las crisis de abasto de agua más importantes de la historia de Guadalajara, se dijo que construir la presa Arcediano era indispensable para “dejar descansar” al menos por unos 25 años al lago de Chapala, que amenazaba secarse, ahora el discurso oficial ha sido matizado, y se justifica la construcción de una segunda línea del acueducto Chapala-Guadalajara como parte de un esquema para la seguridad en el abastecimiento de la metrópoli.
Es decir, tener la capacidad instalada para transportar al tope la concesión que tiene la ciudad, de 240 millones de metros cúbicos al año, permite organizar un esquema de opciones que provean agua de manera oportuna y se eviten costos altos sobre todo en la tarifa de electricidad, lo que redunda en beneficio del usuario, según el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) y la Comisión Nacional del Agua (CNA). En la actualidad, la ciudad extrae en promedio 180 millones de metros cúbicos anuales del lago.
Así, la segunda línea del acueducto no cancela los proyectos del sistema del río Verde, y tiende a generar un abanico de opciones de fuentes de agua: cuando Chapala esté en buenos niveles, como sucede en la actualidad, suele ser una posibilidad de agua más barata que la del Verde (El Purgatorio), sobre todo por la diferencia de la altura de bombeo.
Si el lago vuelve a un escenario crítico como en los primeros años de este siglo, el agua de la corriente fluvial asegurará a la zona conurbada de Guadalajara enfrentar sus necesidades, opina el director del Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico de la CNA, Raúl Antonio Iglesias Benítez.
“En El Purgatorio bombeas alrededor de 300 metros más de altura; se tendría que hacer una especie de manual operativo, porque si tienes la disponibilidad de 100 por ciento de El Purgatorio, y de repente Chapala llegara a tener problemas de nivel, dejas de sacar agua de Chapala y la sustituyes con El Purgatorio; y en una situación inversa, que Chapala esté hasta el tope, sacamos la totalidad de la asignación por el acueducto en sus dos líneas; es entonces una cuestión de operación y de finanzas, para tomar las decisiones, con la gran ventaja de que tienes las opciones para hacerlo”, apunta el funcionario.
—Años atrás se manejó, cuando se promovía fuertemente la presa Arcediano, que era para dejar descansar a Chapala una buena cantidad de años, pero a la vista de lo que dice, es ilógico que si el lago está lleno, se traiga agua más cara del río Verde, ¿así funciona el planteamiento?
—Por supuesto […] hay varios factores de costo, pero en términos de costo de electricidad, fácilmente demanda el doble de dinero el bombeo en El Purgatorio, aunque también la distancia de éste a la potabilizadora de San Gaspar es considerablemente menor a la que hay entre el lago y la potabilizadora en Miravalle, y es otro factor a analizar.
La ciudad demanda tres mil litros por segundo más de agua para sus necesidades actuales. Si se construye la segunda línea del acueducto, se podrá pasar de 5,500 a 7,500 litros por segundo extraídos del lago, lo que arroja dos mil litros más. “Por eso se construirá casi en paralelo la presa El Purgatorio, que nos da cinco metros cúbicos más, siempre que funcione todo el sistema de El Verde, que incluye las presas El Zapotillo y El Salto; no debemos olvidar que El Purgatorio es una derivadora y tendrá apenas una altura de 38 metros […] una vez que se tengan las obras completas, podremos hablar que se resuelve el problema para una buena cantidad de años, con algunas ventajas más, como permitir que los acuíferos de la ciudad se puedan recargar disminuyendo la sobreexplotación”.
Obra de 1,800 millones
Al tiempo que enfrenta las críticas de activistas y autoridades municipales que se niegan a que se saque más agua de Chapala, el SIAPA trabaja “para actualizar la topografía, el diseño hidráulico y tener las bases de concurso registradas ante la Secretaría de Hacienda y ante la CNA, y tener posibilidades de publicar la convocatoria por ahí de octubre; estamos trabajando por medio del Fonadin [Fondo Nacional de Infraestructura], para que financie de 49 a 50 por ciento a fondo perdido, y lo otro se licita en el esquema de participación privada”, explica el gerente técnico del organismo operador, Carlos Hernández Solís.
El costo estimado es de 1,800 millones de pesos, si bien, con las modalidades de concesión se puede bajar a 1,700 millones, acota por su parte el director de la CNA
A juicio de Hernández Solís, la controversia pública deriva de confusiones: “La segunda línea del acueducto es un proyecto de eficientación [sic] de costos; estamos como ante un carro que no se le da mantenimiento y por eso, cada día le sale más caro avanzar un kilómetro de traslado; en este caso, por ser un acueducto viejo, son tubos con una vida útil castigada, aparte del efecto derivado de la calidad del agua de Chapala, que les genera incrustaciones y los hace cada vez más ineficientes, lo que ha provocado que de los 240 millones de metros cúbicos que podemos sacar al año, no metamos sino 180 millones, teniendo mayores necesidades, pues no se ha metido una gran fuente de abastecimiento para la zona metropolitana desde 1991”.
La segunda línea permite así aumentar la capacidad de conducción y además, dar mantenimiento constante, pues en la actualidad es imposible hacerlo sin suspender la dotación de agua para la ciudad, al tenerse una sola línea. La otra gran ventaja que ven el SIAPA y la CNA es que se podrán evitar las “horas pico” en el consumo eléctrico, cuando ese insumo se encarece. Lo sensato es extraer en “horas valle” (con tarifa eléctrica inferior) más agua. Si se debe extraer alrededor de 650 mil metros cúbicos al día de Chapala, la fórmula más eficiente sería enviar 9 metros cúbicos por segundo durante 20 horas o 10 metros cúbicos por segundo durante 18 horas, lo cual da el mismo total que 7.5 metros cúbicos durante 24 horas, pero sin pagar la tarifa eléctrica más cara.
Según Hernández Solís, ello justifica plenamente la obra, y de ningún modo se pretende extraer agua más allá de lo que marca la concesión, lo cual sería imposible porque el Consejo de Cuenca Lerma-Chapala, formado por todos los usuarios, vigila celosamente el uso correcto del agua y que no se desvíen volúmenes más allá de lo autorizado.
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CLAVES
El acueducto, elementos de un debate
• ¿La obra pretende extraer más agua de Chapala para Guadalajara?
En el escenario actual, sí, debido a que la ciudad nunca ha aprovechado las asignaciones de 240 millones de metros cúbicos anuales que le otorga el Consejo de Cuenca Lerma-Chapala, debido a que la infraestructura no tiene esa capacidad. Sin embargo, antes de la entrada en operación del acueducto totalmente revestido, y antes de los primeros acuerdos del Lerma-Chapala (1986 y 1989), la ciudad conducía por el sistema viejo (de 1956) del río Santiago-canal de Atequiza, hasta 380 millones de metros cúbicos, de los cuales, las pérdidas de conducción eran cercanas a 50 por ciento
• ¿Cuál ha sido la historia de la primera línea del acueducto?
La obra arrancó en 1984 y se entregó en 1986, con una capacidad máxima de 7.5 metros cúbicos por segundo, que fue mermando con el paso de los años debido a la falta de mantenimiento. Originalmente se había concebido el segundo acueducto, pero nunca se hizo, máxime por la crisis del lago entre los años 1989 y 2003
• ¿Por qué es más barata el agua de Chapala que la del río Verde?
Fundamentalmente por la altura del bombeo; en el lago se requiere levantar el líquido alrededor de 126 metros, mientras el río Verde, en el sitio de El Purgatorio, tiene un desnivel cercano a 400 metros. La calidad de las aguas en ambos casos es considerada aceptable, mediante un proceso de potabilización; aunque a Chapala entra más variada contaminación, el río Verde tiene, aparte de contaminación humana, el problema de las algas que le dan su nombre
• ¿Tiene sentido aumentar la capacidad de extracción del acueducto?
A juicio de sus promotores, sí, porque de ese modo se garantiza el mantenimiento permanente de toda la infraestructura y se pueden aprovechar las “horas-valle”, es decir, cuando la tarifa de electricidad es más barata, y suspender totalmente el bombeo en las “horas-pico”, lo que se traduce en agua más barata. Los detractores del proyecto piensan que es un pésimo planteamiento debido a que la ciudad no sacrifica sus consumos a favor de la salud del lago, pues en los hechos se le sacará más agua incluso si no se rebasa la asignación de 240 millones de metros cúbicos (unos 60 millones de metros cúbicos más), además que se tendría toda la capacidad para sacar considerablemente más (hasta 12 metros cúbicos por segundo), lo cual es una tentación
• ¿Si Guadalajara deja de usar el total de su asignación, hay riesgo de que pierda el agua?
Dice la Ley de Aguas Nacionales en su artículo 29, bis, III: “La concesión o asignación para la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales sólo podrá extinguirse por […] V. Nulidad declarada por la autoridad del agua en los siguientes casos: […] VI. Caducidad parcial o total declarada por la autoridad del agua cuando se deje parcial o totalmente de explotar, usar o aprovechar aguas nacionales durante dos años consecutivos, sin mediar causa justificada explícita en la presente ley y sus reglamentos…”. A juicio de las mismas autoridades, por tratarse de uso público-urbano, que es prioritario, es remoto que suceda, pero el riesgo existe
• ¿Hay riesgo de que Guadalajara extraiga agua por encima de su asignación?
Técnicamente, el nuevo acueducto da una capacidad sobrada para hacerlo, pero esto violaría los acuerdos de distribución del agua que se toman en el Consejo de Cuenca Lerma-Chapala, y la entidad responsable, la CNA, no podría evitar sostenerlo en sus sistemas de medición, lo cual genera un riesgo alto de sanciones por la presión de los otros actores públicos y privados de cinco estados de la república
Fuentes: CNA / SIAPA / Archivo de Público-MILENIO
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