Guadalajara. Agustín del Castillo. Edición del 7 de abril de 2010
La obtención de los objetivos de la Agenda del Agua 2030 del gobierno federal obliga a invertir, tan sólo en la región Lerma Santiago Pacífico, alrededor de 50 mil millones de pesos durante los siguientes 20 años, dijo el titular del organismo de cuenca de la zona, Raúl Antonio Iglesias Benítez.
El funcionario puso en relieve que se trabaja para lograr mejores presupuestos regionales, pues hasta ahora se ha avanzado en diversos objetivos, pero el freno suele ser el reducido gasto de la dependencia y la falta de compromiso económico de algunos estados y municipios —cuando éstos son los responsables directos en el tema de dotación de agua y saneamiento—. Esa gestión corresponde en buena parte a los diputados federales.
Entre los objetivos importantes del programa que se dio a conocer a escala nacional por la Presidencia de la República el 26 de marzo pasado, está alcanzar el saneamiento completo de las aguas municipales e industriales, así como asentamientos sin inundaciones y cobertura universal del servicio de agua potable y alcantarillado; la optimación del riego agrícola y regresar al equilibrio en las cuencas, usando menos agua de la que producen los ecosistemas, lo que implica pagar el agua al costo que tiene su extracción y distribución, y eliminar las tasas cero en el acceso al recurso, añadió.
¿Qué tipo de obras e inversiones exige esto? A juicio del representante de la CNA, edificar las presas de abastecimiento para asegurar el desarrollo de las ciudades de la región, construir las plantas de tratamiento faltantes (47 por ciento del agua residual no se trata), mejorar la infraestructura de abastecimiento de zonas agrícolas —que tiene eficiencias de 50 por ciento y debe subir al menos a 80 por ciento—, así como toda la red de colectores, tuberías, y las nuevas potabilizadoras.
Un ejemplo de estos retos es el saneamiento de la cuenca Lerma Chapala: “Hace falta rehabilitar y mejorar la eficiencia de las plantas de tratamiento a la capacidad de tratamiento de la infraestructura existente por el orden de 2,958 litros por segundo, lo cual representa 25 por ciento del total. Además, se requiere infraestructura nueva para tratar 5,394 l/s, de aguas residuales [30 por ciento], desde la fase de planeación, diseño y construcción de drenajes sanitarios, colectores y plantas de tratamiento para ampliar la cobertura del caudal faltante”.
Iglesias Benítez añadió: “Hay que estar conscientes como sociedad de que esto va a costar mucho dinero, y que será necesario que todos los actores públicos y privados participen para garantizar el cumplimiento de metas”.
Consideró que la política hídrica del país no puede reducirse “a construir infraestructura para incrementar la oferta de agua, sino que debe proponerse alcanzar la sustentabilidad hídrica”.
El suministro no universal del agua genera graves injusticias sociales, destacó. “Es una realidad que quien no tiene el servicio regular de abastecimiento de agua potable en su domicilio paga mucho más recurriendo a pipas y a otros sistemas para allegarse el líquido”. Por eso se deben fortalecer los organismos operadores para que brinden un servicio profesional, seguro y equitativo.
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