En semana y media, se definirá el esquema vial de la estación basílica. Zapopan descarta desvíos a calles barriales
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
Una reunión no exenta de rispideces, en la que los vecinos de ocho colonias en torno al antiguo cruce de las avenidas Américas y Ávila Camacho - en fase de convertirse en la estación Basílica de la Línea 3 del tren eléctrico urbano- reprocharon al ayuntamiento de Zapopan el "ninguneo" a sus propuestas para evitar que la zona se transforme en un dolor de cabeza urbano que ellos, y no sus gobernantes, temen padecer, derivó, tras hora y media de debate, en lo que parecen los primeros acuerdos serios para destrabar su enfrentamiento con la administración del alcalde Pablo Lemus Navarro.
Los dos aspectos centrales de la discusión: el primero, que la avenida Américas en su transición hacia Laureles no se interrumpa ni derive en un "sifón" por calles secundarias (como sucede por obra del Macrobús al norte del cruce de Lázaro Cárdenas, sobre Gobernador Curiel), y que la proyectada macroplaza sea un área verde intensamente arbolada, para evitar que se convierta en lugar de reuniones masivas y ruido que arruine su tranquilidad.
Leonardo Díaz Borioli, consultor contratado por el gobierno de Zapopan, aseguró que se han ido acercando a una solución vial que concilie la demanda vecinal: de cinco carriles en superficie para unos mil autos por hora. La oferta era de 3.5 carriles - "seguro pasará por allí medio carro", ironizó un asistente-, pero el compromiso es que en unos diez días se tenga una nueva oferta más cercana a la petición, y que sean recibidos por el alcalde, quien declinó asistir esta ocasión por un compromiso previo, lo que en principio no gustó a los colonos.
"La Administración encabezada por Pablo Lemus, eliminó la opción del 'sifón vial' Américas- Laureles", aseguró por la noche un comunicado oficial del ayuntamiento. Los vecinos asistentes reconocieron que tras el largo desgaste, han encontrado propuestas cada vez más cercanas a sus exigencias, pero advirtieron que no pueden bajar la guardia: "el proyecto de Línea 3 no afectará solamente este crucero, no debemos olvidar que se trata de un proceso de transformación de toda la zona, con el nuevo centro administrativo de Zapopan o el Centro Cultural Universitario, entonces, al estructurarse este proyecto vial, deben pensar en todo eso y no nada más en lo que ocurre ahora", enfatizó la maestra Cristina Orozco, de la colonia Tepeyac.
También se reclama que no se cargue de inmediato un cambio en plan parcial para redensificar; "déjennos respirar, déjennos ver cómo nos va a ir con los cambios que significan la línea 3 y los otros proyectos, para asimilarlos, y después discutir con seriedad modificaciones a un plan parcial", pidió el urbanista Javier Gómez Álvarez, habitante del área y asesor principal del colectivo Colonias Unidas.
"Nosotros proponemos que estos carriles de Américas digan de sur a norte, que es lo que ustedes pedían", afirmó Leonardo Díaz Borioli. Por su parte, Juan Bernardo Covarrubias del Cueto, director de Proyectos Estratégicos, escuchó y recibió un pliego petitorio para el alcalde; aseguró que este le pide socializar intensamente las decisiones, aunque fue obligado a reconocer que una "socialización fragmentada" es, como le dijo otra vecina, un "ejercicio tramposo".
Zapopan pidió nueva reunión el 30 de agosto para hacer ajustes y validaciones con la Secretaría de Movilidad. Los representantes demandan que sea antes de la "ratificación de mandato"; incluso, entre bromas y veras, sugirieron que si son satisfechas sus demandas, votan a favor de la permanencia de Lemus. Más allá de eso, no se ha vencido su desconfianza. Pero la pelota está en la cancha de las autoridades.
SRN
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