El gobierno del estado ha solicitado a la Conafor y a la Semarnat que se apoyen sólo proyectos maderables sostenibles, que se impulsen modelos alternativos y se protejan especies en riesgo como el oyamel de Colima.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
El gobierno de Jalisco pretende para el Nevado de Colima, la mayor montaña del occidente mexicano, un trato especial en función de sus valores ecológicos y ambientales, así como en la creciente apreciación que le han asignado la sociedad jalisciense y mexicana.
La ruta para lograrlo es que los proyectos de aprovechamiento de sus recursos naturales pasen por una más estricta calificación; que se promuevan modelos alternativos a la extracción de madera y que se consoliden procesos como el pago de los servicios ambientales, destaca el director general de Vigilancia y Control de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Antonio Ordorica Hermosillo.
“Ya tuvimos reuniones en la delegación de la Semarnat [secretaría ambiental federal], donde manifestamos la preocupación de que de manera no formal se estuviera extrayendo el oyamel, pero sobre todo, reiterando la posición sobre la importancia ecológica y la designación de zona prioritaria de conservación que tiene todo el complejo volcánico, con la intención de que revisen las autorizaciones y busque alternativas de manejo para los ejidos y propietarios”, dice a MILENIO JALISCO.
También se han reunido con personal de las comisiones nacionales Forestal (Conafor) y de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) “para ver cómo pudiéramos atender de manera integral, tanto el caso particular de Huescalapa –el ejido cuyo aprovechamiento fue clausurado en julio pasado-, como de toda la zona, pues si bien el área está en el esquema federal de producción y productividad, debemos de buscar posibilidades que no sean el aprovechamiento forestal; tendríamos que trabajar en un ordenamiento para ver hasta dónde sería factible un aprovechamiento de ecosistemas prioritarios, como los bosques mesófilos de montaña, y no dar la entrada en principio a aprovechamientos forestales, por la fragilidad del ecosistema”, añade.
Ordorica asegura que se ha intentado trabajar con Huescalapa, pero hay resistencias a nivel del comisariado ejidal. “Ya desde marzo pasado, con el ejido en particular, se les manifestó el apoyo para buscar alternativas, pero no hemos tenido su visto bueno; planteamos proyectos como son algunas paradas de uso público, cabañas o estancias de recreación para días de campo, para quienes no puedan subir hasta el parque nacional”.
Ordorica Hermosillo señala que en las reuniones con dependencias federales se detallaron los asuntos que más preocupan a las comunidades científica y de activistas ecológicos: “las evidencias científicas sobre las variedades del Abies [oyamel] que están en el complejo volcánico y que se deben de tener presentes por parte de la Semarnat a la hora de la dictaminación, lo mismo que las especies y las condiciones especiales de los bosques de niebla, fuertemente limitados en el tema de aprovechamientos forestales; la autoridad competente debe tomar en cuenta qué es un ecosistema mesófilo, que está reglamentado, y que como tal debe solicitar mayor información o bien la manifestación de impacto ambiental, tal como lo establece la ley”.
Agrega: “no es una posición férrea de decir no a aprovechamientos forestales, sino de decir sí a los aprovechamientos forestales sustentables, tomando en cuenta la biodiversidad, la fragilidad y dejando de manifiesto que el complejo volcánico es único para Jalisco y debemos de reconocerlos y dar en los hechos una protección”.
La Semadet va a buscar, a través de su dirección de Biodiversidad, establecer una agenda con la Profepa [Procuraduría Federal de Protección al Ambiente] para establecer un programa de trabajo que nos lleve a revisar los aprovechamientos que actualmente se tienen en el complejo volcánico, no solamente Huescalapa”, y que se tomen en cuenta y se hagan públicas las recomendaciones del Coefys (Consejo Estatal Forestal y de Suelos) “respecto a las evidencias científicas, de las variedades de oyamel que hay ahí, se puedan revisar las autorizaciones que ya están vigentes”, en busca de darles un tratamiento adecuado que no ponga en mayor riesgo su supervivencia. La Semadet insistirá en un ordenamiento ecológico territorial de la región de los volcanes, pues es un instrumento esencial del cambio que se busca en la zona.
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1.531 denuncian daños la bosque mesófilo de montaña
Ciudadanos piden revocar permisos de tala.
Fueron en total 1,531 las firmas que respaldaron la exigencia de ciudadanos de Jalisco, del resto del país e incluso de Estados Unidos, Antillas Holandesas, Reino Unido y Nueva Zelanda, a través de avaaz.com, para que el Nevado de Colima sea eficazmente protegido, y para que reciban sanción ejemplar quienes violan la ley para extraer madera de sus bosques.
En particular, los firmantes de esta petición, cuya iniciativa partió de la Escuela para Actividades al Aire Libre Carbono Catorce AC (miembro de la Unión Mexicana de Actividades Espeleológicas), exigen la revocación del permiso de extracción concedido a favor de Huescalapa, “en forma definitiva”, establecer el resarcimiento de daños y “establecer las sanciones de índole administrativo, y en su caso de vía legal contra quienes resulten responsables de la promoción y autorización de estos actos que atentan a todas luces contra lo indiciado en el Reglamento de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable…”, señala la misiva dirigida al delegado estatal de la Semarnat, Sergio Hernández González, y que se entregará también al titular de la dependencia, Juan José Guerra Abud.
“Dada la gravedad y premura existente para el cuidado y la preservación de las cada vez más escasas áreas naturales en nuestro estado y reconociendo el insustituible valor sistémico de este tipo de bosques protegidos por las leyes mexicanas , apelamos al denodado interés que ha demostrado su secretaría en el cumplimiento de las políticas públicas de preservación ambiental, para permitirnos hacerle llegar nuestra preocupación ciudadana por este tipo de acciones y confiamos en el pronto cumplimiento de lo indicado en el Reglamento indicado”, explican en la misiva.
Los promotores de este movimiento a favor de la mayor montaña del occidente mexicano insisten en “exhortar a las personas que hicieron favor de presentar denuncias en la Profepa[Procuraduría Federal de Protección al Ambiente] a dar seguimiento a las mismas y con el ejemplo de este documento, también dirigirse a las autoridades para exigir el cumplimiento de las leyes que protegen nuestros bosques”. Encabezan la iniciativa los ciudadanos José María Martinez Estrada y Nora Isabel Granja Montes, representantes legales y miembros del consejo directivo de Carbono Catorce AC.
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La gran montaña en cifras
4,260 metros sobre el nivel del mar es la altitud máxima del Nevado de Colima, montaña más alta del occidente mexicano, seguida por Tancítaro (Michoacán) y Volcán de Fuego o de Colima, su vecino en la zona
14 es el artículo de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, que fue violado con la autorización de tala en el bosque mesófilo de montaña a favor del ejido Huescalapa, según carta de petición de revocación de permiso, firmada por más de 1500 personas
400 mil a 500 mil habitantes de los estados de Jalisco y Colima reciben servicios ambientales del Nevado de Colima: agua, captura de carbono, producción de suelo fértil y retención de avalanchas, y diversidad biológica
1936 es el primer año en que se emitió un decreto presidencial a favor de los bosques del Nevado de Colima; era un polígono de más de 22 mil hectáreas que fue reducido a menos de 8 mil por los intereses madereros de la papelera Atenquique
2007 es la fecha del decreto estatal de protección sobre el bosque mesófilo de montaña del Nevado de Colima, con lo que se pretende proteger cuatro polígonos de casi siete mil ha bajo la premisa de que son “fábricas de agua”
14 mil ha son, aproximadamente, la superficie protegida por el decreto federal y el estatal, aunque el segundo fue reducido por un amparo del ejido Huescalapa, que arguyó no haber sido consultado sobre el cambio de régimen para sus bosques
0 metros cúbicos de madera aseguran haber extraído en el caso de oyamel de Colima (Abies religiosa subespecie colimensis) los ejidatarios de Huescalapa, pese a contar con permiso para ello; los ecologistas aseguran que sí talaron
2 especies de oyamel, las dos en riesgo de desaparecer, existen en el Nevado de Colima según especialistas, aunque los responsables técnicos de Huescalapa aseguran que sólo hay oyamel común, según estudios del año 2000
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