jueves, 13 de agosto de 2015
Bosques y selvas, ecosistemas que hacen posible el milagro aromático del café
Las sombras y la humedad que aportan los ecosistemas selváticos y boscosos del país dan cobijo a un centenario cultivo: el café; incide tanto en las costas de Jalisco como en las profundidades de Chiapas.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
Don Ismael Zepeda, ejidatario de La Cuesta, en Talpa de Allende, se pone serio cuando debe revelar los secretos de los cafetos del bosque de niebla de Talpa de Allende, en ese cordón de sierras que corre paralelo a la costa de Jalisco: “necesitamos del bosque, de la sombra que les da; es un cultivo de muchos cuidados, pero si se deforestara, no seríamos cafetaleros”.
Y así en otras regiones de México, que a diferencia de Jalisco, tienen en la actividad un producto esencial de sus economías: Chiapas, Oaxaca, Veracruz. El primero de los estados, uno de los más diversos biológicamente en el país, ha recibido un reconocimiento de la Comisión Nacional para Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que presentó esta semana la publicación ‘Bosques, selvas y cafés de Chiapas’.
El objetivo: “dar a conocer el proceso de producción del café desde la cosecha hasta su comercialización, así como los beneficios de su cultivo bajo sombra para el medio ambiente y la sociedad”; a la presentación, en Tuxtla Gutiérrez, el pasado 13 de agosto, asistieron pequeños, medianos y grandes productores de café, así como representantes del gobierno, de la academia y de organismos relacionados con la producción cafetalera.
“Chiapas es el mayor productor de café en el país, seguido por Oaxaca y Veracruz, por lo que la relación entre su producción y la conservación del ecosistema en el que se desarrolla es fundamental. Así mismo, la entidad alberga una gran diversidad biológica que desde tiempo atrás se ha visto impactada por el cambio de uso de suelo que ha transformado bosques y selvas en áreas destinadas a la agricultura y la ganadería. Los espacios naturales que dan cobijo a los bosques y selvas chiapanecos también albergan diversas e importantes plantaciones de cafetos conocidos como cafetales de sombra. En el mundo existen más de 100 especies de cafetos, para la producción de la exquisita y suavemente estimulante bebida del café, solo se emplean dos, la del tipo arábiga y la del tipo robusta, ambas presentes en la región chiapaneca. Aquí, las plantaciones de café coinciden con la ubicación de sus bosques en las zonas montañosas, sobre todo con las selvas húmedas altas, medianas y bajas, el bosque de pino-encino y el bosque mesófilo de montaña; este último, considerado uno de los ecosistemas de mayor riqueza biológica de México”, y en mayor riesgo de desaparecer por el cambio climático.
Las plantaciones de café de sombra albergan gran diversidad de flora y fauna al conservar árboles y arbustos que forman parte de los bosques nativos. “Desde la hojarasca a nivel del suelo hasta las copas más altas de los árboles, los cafetales de sombra contribuyen a preservar miles de especies (plantas, vertebrados, insectos, invertebrados de los suelos, hongos y bacterias) muchas de ellas endémicas de México. Además, cuando el cafetal está inmerso en bosques o selvas conservadas, la diversidad de aves, hormigas, arañas, mariposas y reptiles aumenta. En cambio, si los cafetales están rodeados de zonas agrícolas o ambientes fragmentados, la diversidad y abundancia de estas especies disminuye considerablemente”, añade el organismo, en una presentación del tema.
En México, “más de 90 por ciento de la superficie cultivada con café se encuentra bajo sombra de bosques con una gran diversidad de especies. Lo anterior, además de contribuir a conservar la biodiversidad, provee servicios ambientales vitales para la sociedad, como la conservación del suelo y su captación y retención de agua y nutrientes, la regulación del azolve de los ríos y la mitigación del cambio climático”.
La publicación ‘Bosques, selvas y cafés de Chiapas’ destaca “la importancia de valorar al cultivo de café de sombra y a sus sistemas de producción desarrollados con el propósito de conservar la biodiversidad. Además es un merecido reconocimiento a la labor de los cafeticultores que producen café bajo sombra de los bosques con gran diversidad de especies, contribuyendo así a la conservación de los bosques y selvas chiapanecos”.
Para participar activamente en mantener los cafés de sombra de Chiapas y su contribución a la conservación, “es necesario que los consumidores conozcamos más sobre su proceso de producción, desde la planta del cafeto hasta la taza de café, para reconocer el valor agregado que tiene este café”. Conabio pone a disposición de los ciudadanos la publicación en el siguiente enlace: www.biodiversidad.gob.mx/corredor/cbmm/pdf/bosques_selvas_cafes_chiapas.pdf.
La Conabio “es una comisión intersecretarial de carácter permanente; su propósito es generar la inteligencia que necesita el país para fundamentar políticas públicas y decisiones de la sociedad sobre biodiversidad. Para ello se dedica principalmente a conformar y mantener actualizado el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad (SNIB), apoyar proyectos y estudios sobre el conocimiento y uso de la biodiversidad, brindar asesoría a dependencias gubernamentales y a otros sectores, realizar proyectos especiales, difundir el conocimiento sobre la riqueza biológica, dar seguimiento a convenios internacionales y prestar servicios al público”. Fue creada por Acuerdo Presidencial el 16 de marzo de 1992. www.conabio.gob.mx
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