sábado, 4 de enero de 2014
La CFE oficializa su intención de represar el río San Pedro
Acaba de presentar su manifestación de impacto ambiental para edificar la polémica hidroeléctrica que afecta las Marismas Nacionales. Más 5 mil hectáreas de la zona serían alcanzadas por el proyecto
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO
Tras cuatro años de especulaciones y de entrega de información parcial, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) entregó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la manifestación de impacto ambiental (MIA), modalidad regional, del proyecto hidroeléctrico Las Cruces, que tiene por objetivo generar electricidad con costos ambientales que podrían ser elevados para la preservación de las Marismas Nacionales que comparten Nayarit y Sinaloa.
El procedimiento ha sido recibido el pasado 13 de diciembre de 2013. La obra se ubicaría sobre el río San Pedro [Mezquital en la parte alta] en su cruce con el arroyo Rancho Viejo. “Su área de influencia abarcaría los municipios de Rosamorada, Ruiz, El Nayar y Acaponeta; las localidades afectadas serían: San Pedro Ixcatán, Presidio Los Reyes, San Juan Corapan y San Blasito. El área total comprende un total de cinco mil 349 ha, de las cuales, 4,506 corresponden al embalse”, más del 84 por ciento de la superficie global.
El estudio fue realizado por un grupo interdisciplinario que incluye investigadores de la Universidad de Guadalajara y la Universidad Autónoma de Nayarit.
“Se trata de un proyecto conformado por distintas obras para generar electricidad, el esquema de obras propuesto está integrado por una cortina de concreto compactado con rodillo de 188 metros de altura [incluyendo desplante de 20 m], obra de desvío compuesta por dos túneles excavados por margen izquierda; vertedor controlado por compuertas por margen izquierda; planta hidroeléctrica exterior a pie de presa en el cauce del río equipada con tres grupos turbogeneradores con capacidad de 80 MW cada uno, generando un total de 751 GWh/año mediante un factor de planta de 0,36 [8.64 horas al día en promedio al año]”, destaca el resumen ejecutivo, que se puede consultar en http://goo.gl/2qgztp.
La inversión será de 7,995 millones de pesos, un periodo de construcción de 49 meses, con generación de cinco mil empleos directos más otros cinco mil indirectos durante el proceso.
A juicio de los investigadores, los daños que sus colegas han previsto para la región marismeña se dan con o sin presa. “De no ocurrir un reordenamiento del territorio que sea congruente con su integridad funcional y capacidad de carga, las tendencias del sistema ambiental regional y del área de influencia del proyecto son extremadamente negativas con o sin el proyecto”; y hasta adelantan que éste puede ser positivo, pues “la discusión generada por el proceso de evaluación de impacto ambiental y los recursos [de información y financieros]) que puede generar el proyecto pueden contribuir a que el territorio que rodea al área natural protegida y sitio Ramsar de Marismas Nacionales sea ordenado de manera efectiva y con consecuencias positivas para la región”.
Una opinión que ya genera polémica entre los defensores del ecosistema, que rebaten esa idea: sin las aportaciones de agua y limos del río San Pedro, se podría alterar la composición del pantanal costero de casi 200 mil hectáreas, como ya se ha documentado cuando el flujo del río Santiago fue cortado, hace 20 años (MILENIO JALISCO, 26 y 29 de octubre; 9 de noviembre y 14 de diciembre de 2014).
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