En Cihuatlán y Tomatlán arranca la recolecta de opiniones de los ciudadanos de la región
Guadalajara, Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO, edición del 16 de septiembre de 2009
Tras más de un año de trabajo, mañana se pondrán a consulta pública los ordenamientos territoriales de los municipios de Cihuatlán y Tomatlán, en el codiciado litoral costero de Jalisco, pero quedan pendientes los municipios con mayor presión para proyectos de inversión, La Huerta y Cabo Corrientes.
La Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) informó ayer que, para el efecto, en las presidencias municipales de ambos municipios se dispondrá de los documentos básicos durante los siguientes quince días, en busca de que los ciudadanos se informen y puedan emitir una opinión que corrija o enriquezca el documento original.
“Ya abre la consulta pública, que será el próximo jueves en Cihuatlán y el viernes en Tomatlán, que durará quince días para recibir propuestas y comentarios de la ciudadanía. Las propuestas serán recibidas por los consultores y éstos harán el análisis y valoración en la modificación del modelo de ordenamiento, para que después sea publicado en la Gaceta Municipal y en el periódico oficial El Estado de Jalisco; de esta manera adopta plena vigencia y resulta de observancia obligatoria”, dijo la secretaria del ramo, Martha Ruth del Toro Gaytán.
Los temas más polémicos del ordenamiento tienen que ver con generar el respeto a los espacios públicos, como las playas, con tendencia a la privatización aun por encima de la Constitución, y a establecer un desarrollo que obligue a limpiar los esteros y lagunas costeras, cuya productividad en pesca se ha desplomado en los últimos años por la contaminación y el desorden en su aprovechamiento.
La escala de ordenamiento regional es 1/250 mil hectáreas (ha); los ordenamientos territoriales municipales son de escala 1/50 mil ha, es decir: pasan de un aspecto meramente indicativo de políticas públicas y gestión territorial a un aspecto normativo específico, que ocasionará menos errores y daños ambientales.
El ordenamiento de Cihuatlán costó un millón 640 mil pesos, con aportes estatales y federales; en Tomatlán hubo un millón de pesos aportados por el Instituto Nacional de Ecología (INE), del gobierno federal.
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