Y va de nuez
Miguel Magaña Virgen, maestro del CUCBA, UdeG
Otro año de “reforestación”, otra vez, plantar “millones” de “números”, otro año de fotografías de cumplidos y disciplinados funcionarios, con palas o cava hoyos en las manos “festejando” el día del Árbol, otra vez el mismo cuento con el mismo rollo, otra vez millones de pesos del erario público apoyando plantaciones escenográficas, otra vez incongruencias entre la capacidad de recepción de plantas por cada hectárea y las alegres campanas de “planeación forestal” , otra vez la faramalla de “Plantación Estatal” pero solo en algunas zonas del Estado, otra vez la iglesia en manos de Lutero. Y en esta misma dirección pero en sentido contrario, nosotros también volvemos a insistir; no es lo mismo reforestar que disminuir la desertificación, no es lo mismo contar millones de individuos forestales que rescatar unidades ambientales vegetativas. Nuestros tipos de vegetación no solo se reducen espacialmente, sino que también se degradan genéticamente y con ello en sinergia impactan a las comunidades de fauna silvestre, provocando lógicos estados de anorexia ambiental. Otra vez les preguntamos ¿de verdad creen que con los millones de plantulitas (ni siquiera arbolitos) que dicen que plantan; vamos a recuperar las estructuras poblacionales que soportan nuestra biodiversidad? ¿en serio están convencidos de que la fitosociología que compone nuestra diversa dimensión vegetal recuperará el equilibrio productivo con sus proyectos “históricos y numéricos” ?, de verdad de verdad,….la neta; ¿si están convencidos de que la raquítica lista de especies, que pregonan plantarán, ayudaran al rescate genético, la reposición poblacional y mitigaran la reducción actual de la densidad de especies?. Pues de verdad nos da pena ajena, nosotros una vez más lo señalamos; La actividad de rescate de los tipos de vegetación debe de realizarse en permanencia durante todo el año, sin segmentos administrativos, partiendo de diagnósticos verídicos de la salud de cada uno de ellos, de acciones fundamentadas en manejo y conservación de suelo y agua, deben establecerse programas permanentes de manejo y aprovechamiento sustentable de vegetación, vinculados a ordenamientos ecológicos territoriales, debe aplicarse con seriedad la restricción de los cambios de uso de suelo conforme a su condición y potencial natural, ampliar y planificar la protección de su salud vigilando con recelo las aduanas fitosanitarias, es urgente una reforma normativa forestal, dirigida a potenciar el bienestar ambiental y no el ambiente de bienestar de unos cuantos. Es recomendable pues, no confundirse y mucho menos confundir el manejo forestal con la manipulación forestal
Hace más de 60 años que se publicitan, millones de árboles plantados con presumidas respuestas de “deber cumplido”, si sumáramos las has “beneficiadas” de seguro tendríamos no solo bosque, y sotobosque, sino que tendríamos sobre bosque,. Lo interesante es que en este caso el milagro de los peces y los panes, se aplica al revés, pues entre más árboles “plantamos” menos superficies boscosas tenemos. Curioso ¿no?
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