Cancelado el estadio panamericano, estudian proyectos para el terreno. El uso de suelo y las negociaciones del Ejecutivo definirán el destino del área.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO, edición del 16 de mayo de 2010
El futuro de las 25 hectáreas del predio El Disparate, en la barranca de Huentitán, pagado a valor de tierra urbana hace menos de un año por el gobierno de Jalisco, sigue abierto a debate, pese a que se ha cancelado allí la posibilidad de construir el estadio panamericano de atletismo.
Al interior de las dependencias del Poder Ejecutivo se manejan dos opciones, aunque ninguna justifica el recurso pagado, de poco más de 300 pesos por metro cuadrado: hacerlo parte de un gran parque lineal que se tendería por toda la barranca, desde Matatlán hasta Paso de Guadalupe —conocido como “el malecón”—, o integrarlo al jardín botánico de la ciudad.
El primer asunto ha sido propuesto por la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur), que encargó a un despacho consultor la elaboración de una propuesta integral de rescate del bordo de la ciudad hacia el río Santiago. Se trata de un proyecto ambicioso que tiene la desventaja de su alto costo: de tres a cinco millones de pesos por kilómetro, aunque su beneficio social sería también de gran escala.
El proyecto incluye esencialmente la construcción de un gran camino peatonal y para vehículos, una especie de paseo que funcionaría como malecón, con áreas de descanso y zonas comerciales. La idea es que sirva de barrera para la especulación que ha desbordado la cota de los 1,500 metros sobre el nivel del mar y amenaza con penetrar la barranca, propuesta además como área natural protegida federal.
En el caso del jardín botánico, sería el primero en su tipo que se establece en la ciudad, con el antecedente de un establecimiento análogo que se edificó a finales de la época colonial frente al actual Hospital Civil de Guadalajara.
Es un proyecto que tutela la Comisión Estatal del Agua, por ahora en terrenos del Ayuntamiento de Guadalajara, pero con la ambición de extenderlo desde el borde del río Santiago —tierras públicas, pues fueron compradas por el gobierno para el frustrado proyecto de la presa Arcediano— hasta El Disparate, lo que preservaría ecosistemas desde mil hasta 1,550 msnm.
No obstante, está en manos del ayuntamiento tapatío el eventual cumplimiento del convenio que hizo el gobierno con el vendedor del terreno, para cambiar usos de suelo y densificar la edificación urbana en las otras 75 ha del terreno original. El presidente municipal en funciones, Aristóteles Sandoval Díaz, ha sido enfático sobre su negativa a cambiar el plan parcial de la zona, pues considera que se debe preservar como última área ecológica de valor en el municipio. Cuando el estado compró El Disparate, la acción fue cuestionada porque se prestó a “plusvalizar” una zona que, por ubicarse en un polígono de protección, debía tener bajo valor comercial, y sería parte del área de protección de recursos hidrológicos del río Santiago.
Los precios de terrenos para urbanización son casi nulos en las áreas ecológicas decretadas, justamente porque es un uso incompatible. El gobierno compró allí a 340 pesos por metro cuadrado.
El contrato con José Paniagua Sánchez Aldana es del 19 de mayo de 2009. La autoridad pagó 85 millones de pesos por 25 hectáreas, pero además se comprometió a dar las densidades más altas previstas en la ley para que Paniagua Sánchez Aldana desarrolle el resto del predio: plurifamiliares H3 y H4, esto es, luz verde para edificios de hasta 20 pisos, el mejor escenario de negocio posible.
Para lograrlo, el entonces alcalde de Guadalajara, Alfonso Petersen, se comprometió a modificar el uso de suelo, pero el nuevo plan jamás fue publicado, por lo que prevalecen los usos previos, de densidades menores y área natural protegida.
Hay más candados. El artículo 86 del Código Urbano dice: “Los planes y programas de desarrollo urbano, así como los proyectos definitivos de urbanización que modifiquen el uso de suelo, deberán someterse a evaluación de impacto ambiental en forma previa a su autorización”. El plan parcial del distrito urbano zona 3 Huentitán, publicado en octubre de 2000 en la Gaceta Municipal, maneja para el área el carácter de conservación, que no ha sido modificado.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO, edición del 16 de mayo de 2010
El futuro de las 25 hectáreas del predio El Disparate, en la barranca de Huentitán, pagado a valor de tierra urbana hace menos de un año por el gobierno de Jalisco, sigue abierto a debate, pese a que se ha cancelado allí la posibilidad de construir el estadio panamericano de atletismo.
Al interior de las dependencias del Poder Ejecutivo se manejan dos opciones, aunque ninguna justifica el recurso pagado, de poco más de 300 pesos por metro cuadrado: hacerlo parte de un gran parque lineal que se tendería por toda la barranca, desde Matatlán hasta Paso de Guadalupe —conocido como “el malecón”—, o integrarlo al jardín botánico de la ciudad.
El primer asunto ha sido propuesto por la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur), que encargó a un despacho consultor la elaboración de una propuesta integral de rescate del bordo de la ciudad hacia el río Santiago. Se trata de un proyecto ambicioso que tiene la desventaja de su alto costo: de tres a cinco millones de pesos por kilómetro, aunque su beneficio social sería también de gran escala.
El proyecto incluye esencialmente la construcción de un gran camino peatonal y para vehículos, una especie de paseo que funcionaría como malecón, con áreas de descanso y zonas comerciales. La idea es que sirva de barrera para la especulación que ha desbordado la cota de los 1,500 metros sobre el nivel del mar y amenaza con penetrar la barranca, propuesta además como área natural protegida federal.
En el caso del jardín botánico, sería el primero en su tipo que se establece en la ciudad, con el antecedente de un establecimiento análogo que se edificó a finales de la época colonial frente al actual Hospital Civil de Guadalajara.
Es un proyecto que tutela la Comisión Estatal del Agua, por ahora en terrenos del Ayuntamiento de Guadalajara, pero con la ambición de extenderlo desde el borde del río Santiago —tierras públicas, pues fueron compradas por el gobierno para el frustrado proyecto de la presa Arcediano— hasta El Disparate, lo que preservaría ecosistemas desde mil hasta 1,550 msnm.
No obstante, está en manos del ayuntamiento tapatío el eventual cumplimiento del convenio que hizo el gobierno con el vendedor del terreno, para cambiar usos de suelo y densificar la edificación urbana en las otras 75 ha del terreno original. El presidente municipal en funciones, Aristóteles Sandoval Díaz, ha sido enfático sobre su negativa a cambiar el plan parcial de la zona, pues considera que se debe preservar como última área ecológica de valor en el municipio. Cuando el estado compró El Disparate, la acción fue cuestionada porque se prestó a “plusvalizar” una zona que, por ubicarse en un polígono de protección, debía tener bajo valor comercial, y sería parte del área de protección de recursos hidrológicos del río Santiago.
Los precios de terrenos para urbanización son casi nulos en las áreas ecológicas decretadas, justamente porque es un uso incompatible. El gobierno compró allí a 340 pesos por metro cuadrado.
El contrato con José Paniagua Sánchez Aldana es del 19 de mayo de 2009. La autoridad pagó 85 millones de pesos por 25 hectáreas, pero además se comprometió a dar las densidades más altas previstas en la ley para que Paniagua Sánchez Aldana desarrolle el resto del predio: plurifamiliares H3 y H4, esto es, luz verde para edificios de hasta 20 pisos, el mejor escenario de negocio posible.
Para lograrlo, el entonces alcalde de Guadalajara, Alfonso Petersen, se comprometió a modificar el uso de suelo, pero el nuevo plan jamás fue publicado, por lo que prevalecen los usos previos, de densidades menores y área natural protegida.
Hay más candados. El artículo 86 del Código Urbano dice: “Los planes y programas de desarrollo urbano, así como los proyectos definitivos de urbanización que modifiquen el uso de suelo, deberán someterse a evaluación de impacto ambiental en forma previa a su autorización”. El plan parcial del distrito urbano zona 3 Huentitán, publicado en octubre de 2000 en la Gaceta Municipal, maneja para el área el carácter de conservación, que no ha sido modificado.