miércoles, 16 de junio de 2010

El día más gris en doce años fue ayer


Los niveles imeca por ozono alcanzaron este miércoles máxima cota desde 1998. 1.7 millones de autos en la ciudad y calor de 35°, la receta para la fase III, que fue reduciéndose hasta ser desactivada a las 20:00 horas

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO, edición del 10 de junio de 2010


El día de ayer quedará en los anales de la ciudad. Por primera ocasión desde 1998, se rebasó la cota de los 250 puntos del índice metropolitano de calidad del aire (imeca), para obligar a que se activara una inédita fase III de contingencia ambiental en las 62,832 hectáreas sobre las que se extiende la metrópoli.

Fue la estación de monitoreo de Vallarta la que alcanzó la cifra de 255 imeca por ozono (O3), un contaminante que se forma por el humo generado por los autos que reaccionan químicamente a la radiación solar. Irónicamente, la lluvia abundante de la víspera limpió la atmósfera y permitió al sol irradiar con intensidad y generar temperaturas de 35 grados centígrados. A esto se suma la enorme cantidad de autos, casi 1.7 millones, que circulan por la ciudad, en mayor cantidad hacia las estaciones del poniente (Vallarta) y el suroeste (Las Águilas). Finalmente, hubo escasos vientos (velocidades menores de un metro sobre segundo) y no se dispersaron los contaminantes durante varias horas.

No obstante, la contingencia fue general, pues, entre las tres y las siete de la noche, las ocho estaciones que existen registraron valores “malos” de calidad del aire, es decir, que pueden causar perjuicio a quienes lo respiren.

El dato relevante es que una fase III de contingencia no se había establecido nunca para la ciudad, pues las normas vigentes hasta 2006 daban un amplio margen de tolerancia en el tema.

La Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable comunicó a todos los actores públicos la entrada en vigor, primero de la fase II (a las 15:00 horas) y posteriormente de la fase III (una hora después; para las 20:00 horas ya se había desactivado), lo que obligaba a diversas restricciones, entre ellas: “Las autoridades de gobierno del estado, en coordinación con las autoridades federales y municipales competentes, decretarán la suspensión de actividades para las oficinas públicas que a efecto se determine, así como para escuelas, instalaciones culturales y recreativas gubernamentales; paro total de actividades productivas; limitar uso del vehículo; suspender actividades de bacheo [...] agilizar la circulación en las principales vialidades [...] limitar la circulación de vehículos foráneos sin placas oficiales de Jalisco”, según la información que la dependencia circuló entre los medios.

Una medida que no se realizó fue detener todos los vehículos que no porten holograma. La razón, indicó David Parra Romero, encargado de la Dirección de Auditoría y Monitoreo Ambiental de la Semades, fue que se habría provocado un problema de tránsito mayor al detener los vehículos, pues dos tercios del total de automotores citadinos no cumplen con ese trámite.

Respecto a la suspensión de escuelas, no se aplicó la medida. La Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) arguyó que la contingencia ambiental se presentó después de las 15:00 horas, cuando los alumnos de preescolar, primaria y secundaria ya estaban en las aulas. Lo que sí se hizo fue suspender el espacio del recreo y actividades al aire libre.

Las obras públicas también debían ser suspendidas, no sólo para no entorpecer el tráfico, sino por seguridad de los trabajadores. No obstante, a las 18:00 horas, los obreros que ejecutan el puente Matute Remus se preparaban para salir de una jornada que jamás detuvieron, lo cual constató este diario.

Hoy se espera otra jornada complicada. La Semades realizará reuniones de evaluación, pues se busca actualizar el Plan de Contingencias vigente, sobre todo por la creciente prevalencia de altas temperaturas. Lo cierto es que el crecimiento desordenado citadino parece empezar a pasar facturas costosas.

Los por qué

Ayer se registró, de acuerdo con los archivos de la Semades, el tercer mayor nivel histórico de imeca desde 1993, cuando se inauguró la red de monitoreo atmosférico de la ciudad, con ocho estaciones.

Los dos eventos anteriores: 15 de octubre de 1996, con 284 puntos imeca por ozono en la estación Vallarta; y 13 de mayo de 1998, con 266 imeca por partículas suspendidas, también en la estación Vallarta, (PM10), fueron efecto de la desastrosa temporada de incendios de ese año en todo el país.

Extrañamente, los registros de la Semades señalan un máximo de 229 imeca para el 26 de abril de 2005, cuando el bosque La Primavera sufría el peor incendio de su historia reciente, dato que contradicen investigadores, pues aseguran que esa jornada se alcanzaron niveles de hasta 450 imeca, lo que no corrobora la Semades.

La elevación de niveles de ozono de ayer se debe a tres factores: las altas temperaturas propiciadas por la radicación solar, la falta de vientos que dispersen contaminantes y la enorme emanación de automotores, que son la fuente de más de 70 por ciento de la contaminación atmosférica citadina.

Como datos de contexto relevantes: mientras la superficie de pavimento en la ciudad es cercana a cuatro mil hectáreas, apenas hay mil ha de áreas verdes, lo que explica la tendencia a generar “islas de calor” en las casi 63 mil ha sobre las que se extiende la metrópoli.

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