lunes, 9 de noviembre de 2009

Un malecón para rescatar la barranca




Realizan proyecto de parque público para contener la especulación urbana desordenada; El predio El Disparate, con o sin estadio, debe ser el eje de un gran espacio público de cuatro mil ha que se apropie del borde de la ciudad al río Santiago, para el goce de la población, indica el consultor Francisco Pérez Arellano

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
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Un gran parque lineal con “malecón” y corredores de más de 70 kilómetros de longitud y unas cuatro mil hectáreas de superficie, es la apuesta a largo plazo que hace el consultor Francisco Pérez Arellano para contener la especulación y garantizar el espacio público en los bordes de la barranca del río Santiago, entre la presa El Ahogado y Paso de Guadalupe, lo que permitiría quintuplicar la superficie de áreas verdes por habitante, que ahora sólo rebasa mil hectáreas.

El eje de ese esquema de apropiación del borde de la ciudad lo formaría el predio El Disparate, que con estadio panamericano o sin él, al ser propiedad del estado, debe constituirse en un parque público con todos los servicios, asociado a otros predios públicos contiguos que permitan, en una primera fase, rescatar la zona en el territorio correspondiente al municipio de Guadalajara.

Ex director de planeación de la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur), ha estado afinando una propuesta para esa misma dependencia, aprovechando el impulso de los Juegos Panamericanos 2011. Una primera etapa, que genera infraestructura para la zona norte de Guadalajara, ya está en marcha con diversos proyectos como Puerta Guadalajara, el mejoramiento del Periférico, el nodo vial de Belisario Domínguez, los parques Juan Soriano y Tetlán-Río Verde o el malecón de la Academia de Policía, en Oblatos, refiere.

La prioridad sería realizar el proyecto en El Disparate, que incluye otras 14 hectáreas propiedad de Guadalajara destinadas para el vivero con especies propias de la zona de Arcediano, y enlazarlo tanto hacia el poniente, al Zoológico Guadalajara, la calzada Independencia, el parque El Mirador y Huentitán el Bajo; como al oriente, hacia la zona de Oblatos.

Pérez Arellano ha dedicado parte de su esfuerzo como consultor en los últimos cinco años a detallar el proceso. Considera que si se toma el ejemplo de otras ciudades del mundo, como Bilbao, Valencia, Barcelona o Londres, el rescate integral deberá llevar varias décadas, aunque la velocidad dependerá de la prioridad que se le asigne en los presupuestos públicos. Por lo pronto, lo que ha denominado “parque panamericano”, basado en la idea de que en El Disparate se construiría el estadio de atletismo, incluyendo toda la infraestructura vial de acceso, tiene un presupuesto máximo de 600 millones de pesos, pero sería de gran beneficio para la ciudad, pues garantizaría el disfrute de la barranca por medio del malecón, sitios de recreo y la regeneración urbana de Huentitán el Bajo y el Alto, además de ordenar la reserva urbana que resta en la demarcación.

“En general, las ciudades más exitosas del mundo se están renovando, aprovechando sus potencialidades de forma inteligente para mejorar su calidad de vida y su competitividad”, y Guadalajara debe por eso apropiarse de su barranca, un valor escénico y de servicios ambientales que poseen muy pocas urbes del mundo.

La historia del proyecto
El consultor llegó al tema por medio de un proyecto hoy cancelado, la presa Arcediano, y otro asociado, que se supone debe derivar pronto en un decreto del Ejecutivo federal: el área de protección de recursos naturales de los ríos Santiago y Verde.

“Yo plantee que había tres cosas que atender: primero, hacer un programa de área natural protegida de la barranca, que en aquel momento se hablaba de nueve mil hectáreas y hoy se fue a 56 mil ha; segundo, que había que hacer un enganche de la barranca con la zona metropolitana, proteger la barranca y beneficiarse de esa colindancia; tercero, tener la seguridad de que el desarrollo urbano del borde de la zona metropolitana no iba a afectar el área natural protegida”.

Al arquitecto le sorprende que Guadalajara no haya sacado provecho de su contexto natural privilegiado: “No sólo está asentada en valles de gran fertilidad, sino flanqueada por La Primavera por un lado, por la barranca por otro, por una serie de serranías, y la cercanía al lago de Chapala; esta barranca viene siendo un corredor de biodiversidad que viene desde la costa y va hasta el altiplano, entonces no es poca cosa; sin embargo, la zona metropolitana le ha dado la espalda agolpando aquí las áreas más desfavorecidas, más contaminadas […] lo que se necesitaba era voltear completamente la perspectiva, de ahí la idea de voltear a la barranca, voltear a la naturaleza, a todo el desarrollo integral sustentable, a los barrios marginados y a la periferia desordenada; y no sobró quien dijera: no, son una montañotas de dinero, estás soñando, es muy difícil…”.

El consultor recabó ejemplos de otras zonas del mundo: “Bilbao, por citar un caso, tenía una ría completamente contaminada, y toda la industria que estaba en sus riberas se tuvo que reconvertir; entonces Bilbao regeneró la ría, volteó a ver ese recurso natural e hizo un proyecto de regeneración urbana que ha sido ejemplar; otro caso, Barcelona volteó al mar, todo el frente de litoral estaba bloqueado por industrias, pero a partir de la renovación industrial y a partir de reinventarse con los Juegos Olímpicos, regeneró todo su frente de mar; después de las Olimpiadas inventó el Foro de las Culturas para seguir regenerando su frente y luego hacia adentro, ha venido desarrollando una serie de proyectos multimillonarios en euros que le permiten ser un icono en materia de desarrollo urbano mundial…”.

La idea para la barranca del río Santiago nació en el momento de la presa de Arcediano, que “constituía el detonador para poder hacer todo esto; obviamente se necesita mucho dinero, muchas decisiones políticas, un motor que impulse una renovación urbana de esta magnitud, entonces la presa era en ese momento el tema del cual colgarse”; con el paso del tiempo y la inviabilidad financiera de la presa en el mediano plazo, Pérez Arellano pensó que el estadio en El Disparate era otra oportunidad. Pero en el fondo, incluso sin esos megaproyectos, el hecho de que se esté ya licitando el saneamiento de la ciudad y que se vea la gran ventaja de una idea de parque de borde (concepto que inicialmente detalló el arquitecto Juan Palomar), puede ser lo que dé recursos para ir construyendo con los años ese gran espacio público frente a la impresionante falla del río, una de las joyas de esta ciudad.

La estrategia
Pérez Arellano subraya que la estrategia tiene “cinco puntos en general: uno es constituir el parque en la barranca, con acceso para toda la población; otro es que ese acceso sea a través de una vialidad única entre la ciudad y la zona protegida, un camino escénico que ocupe el borde de la ciudad; una tercera línea es que los barrios marginados de la zona se mejoren; una cuarta es que dónde aun hay reservas, como Tonalá, se urbanicen de forma adecuada, hasta un límite tal que no invadan la barranca, siempre con la idea de que la barranca tenga ese acceso público; finalmente, que esta inercia de mejoramiento ambiental se interne en la ciudad con el rescate de los cuerpos de agua, y que en lugar de seguir bajando la contaminación a la barranca, que suba la regeneración ambiental a la ciudad”.

La realidad es que “todos los asentamientos que están en la barranca en general no tienen equipamiento urbano, no tienen áreas verdes, hay puros muladares; es verdaderamente deplorable, cuando podría ser una maravilla si le pusieran un poco de interés y de trabajo, incluso canalizando los programas de asistencia social del gobierno federal, o internacionales, no sólo para cuestiones urbanas, también para el combate a la pobreza, cuestiones de integración familiar, de género […] puedes canalizar el servicio social de los muchachos de las universidades, y que los desarrolladores que pinten su raya desde el principio, en lugar de ir avanzando sobre la barranca, ir al revés, pintar su raya hasta donde pueden llegar y ahí pintar una vía publica: señores, dejan las áreas de cesión junto a la barranca para que yo ponga mis equipamientos públicos con vista al río, y ustedes de ahí para atrás van desarrollándose”.

¿Qué instrumentos hay para llevarlo a la realidad? Además del financiamiento público, los planes parciales de desarrollo urbano y la zonificación de la nueva área natural protegida, lo que obliga a los gobierno municipales, el estatal y el federal, a garantizar su aplicación. Por ejemplo, en el caso de El Disparate, la zonificación que trae el área protegida de próxima publicación habla de un “uso público” compatible con la idea de parque.

El malecón propuesto se deberá adaptar a las condiciones del terreno. “Es muy irregular el frente de la barranca; hay lugares con superficie y lugares donde está todo muy estrangulado, y para que quepa una buena avenida de cuatro carriles, ciclovía y demás, con un buen malecón, será una franja como de 100 metros; pero donde no quepa más que una callecita, será una callecita; donde no quepa más que un andador, será un andador; en las áreas planas harás parques”, sin descontar un trabajo de recuperación de viejas construcciones emblemáticas, como las fábricas de El Salto o La Experiencia, los baños de Oblatos y la presa de Colimilla.

Pérez Arellano es optimista pese a las dimensiones del reto. “Muchos me dicen, arquitecto ¿cuánto va acostar esto? Lo que cueste, ¿y cuánto nos vamos a tardar en hacerlo? 50 años o más, pero si Guadalajara tiene casi 500 años, medio siglo no es nada, y usted está viviendo en una ciudad que muchos construyeron […] por ejemplo, si el municipio de Guadalajara tienen doce kilómetros de frente, y un gobernante se pone muy aguzado, y dice, yo quiero mi malecón, ¿cuánto puede costar un malecón de doce kilómetros? No cuesta más que un paso a desnivel…”.

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Proyecto Guadalajara Norte

Estimación de inversión

Año 2010
Parque panamericano (excluyendo instalaciones deportivas), dos millones de pesos en proyectos, 40 millones en obras

Avenida Castillo Peraza. 50 millones de pesos en expropiaciones, un millón en proyecto, 70 millones en obras

Avenida Belisario Domínguez, 500 mil pesos en proyecto, 30 millones en obras

Malecón del Bicentenario, 90 millones de pesos en expropiaciones, 30 millones en obras, 1.2 millones en proyecto

Puerta a la Barranca, 10 millones en expropiaciones, 25 mdp en obras, un millón en proyecto

Vinculación terrestre El Disparate-Zoológico-Calzada Independencia, 48 millones en obras, 1.3 millones en proyecto
Total primer año: 400 mdp

Año 2011
Funicular Arcediano. Presupuesto para obra: 25 millones de pesos. Costo del proyecto: 1.5 millones de pesos

Mejoramiento Huentitán el Bajo: 20 millones de pesos para las expropiaciones necesarias, 20 millones de pesos para obras, un millón de pesos en proyectos

Mejoramiento de Huentitán el Alto, 42 millones de pesos en obras y 2.5 millones de pesos en proyectos

Malecón oriente (del predio El Disparate a Oblatos), 50.5 millones de pesos en expropiaciones, 1.5 millones en proyectos y 36 millones de pesos en obras

Total segundo año: 200 mdp

Gran total de inversión: 600 millones de pesos

1 comentario:

Unknown dijo...

En los gobiernos emanados del PRI-PAN nunca ha habido voluntad ecológica, menos por la cultura. Ellos obedecen órdenes de intereses extranjeros. Hoy con el sistema neoliberal en toda obra social o cultural no dan paso sin huarache, todo lo quieren privatizar.