Agustín del Castillo/Guadalajara. Milenio Jalisco.
El pasado 8 de mayo, la presidente del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, Abigail Agredano Sánchez, le pidió por escrito, respaldada en el derecho de petición del artículo 8 constitucional, al director del organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Elías Chedid Abraham, la entrega de nueve documentos certificados que son vitales para la defensa de sus derechos, los cuales permiten ilustrar la política de ocultación informativa que los defensores deTemaca le reclaman al funcionario.
De este modo, se incluyen los oficios que Chedid Abraham ocultó por seis meses relativos a la postura del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas de la Conagua, de construir la presa a 105 metros e inundar en Temaca.
A la par de la tormenta personal que el asunto significa para el funcionario de origen mexiquense, los nubarrones sobre El Zapotillo se multiplican: A dos suspensiones provisionales concedidas por el juez primero de Distrito en Materia Administrativa y del Trabajo de esta ciudad, en esta misma semana podría sumarse una tercera suspensión que impide edificar la presa más allá de 80 metros de altura, en conformidad con la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de agosto de 2013. De este modo, los juicios con suspensión activa son el 1093/2014 y 1046/ 2014, y queda pendiente de esa determinación el juicio 1045/2014, en el que están pendientes el pago de las fianzas, según los abogados de los quejosos.
Para Chedid Abraham, los nueve documentos que le fueron solicitados: Uno, acuerdo de entendimiento del 1 de agosto de 2007, que firman el presidente de la república a través de la Conagua y los gobernadores de Jalisco y Guanajuato.
Dos, convenio de coordinación que celebraron el ejecutivo federal y los de los estados para “llevar a cabo un programa especial para los estudios, proyectos, construcción y operación del sistema presa El Zapotillo y acueducto El Zapotillo-Los Altos de Jalisco-León”, firmado el 17 de octubre de 2007.
Tres, el oficio DG-1298/2013 de la Comisión Estatal del Agua (CEA) del 1 de agosto de 2013, y que recibió la Conagua 50 días después (el responsable del envío era Chedid Abraham), donde se presentan 18 sitios posibles de construcción de nuevas presas y la alternativa técnica de la construcción de diques para Temaca.
Cuatro, el memorando B00.00.R09.-00248, con fecha 3 de octubre de 2013, en el que Chedid Abraham remite al subdirector técnico de la Conagua, Felipe Arreguín Cortés, la propuesta del gobierno de Jalisco (dos meses y dos días después de que se le entregó).
Cinco, la opinión técnica sobre los 18 sitios posibles de captación, incluyendo la cortina de la presa El Zapotillo de 80 m, documento de ocho páginas firmado por el director técnico del organismo, José Luis Hernández Amaya.
Seis, la minuta de la reunión 1114 y dictamen del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas (CTOOH) celebrada el 15 de octubre de 2013, con el acuerdo 5689.
Siete, el memorando BOO.05.02.01-1490 del 18 de octubre de 2013, en el que el gerente y secretario técnico del CTOOH, Horacio Rubio Gutiérrez, informa a Chedid Abraham, el acuerdo 5689 referido.
Ocho, el oficio B00.00.R09.05.2-220, con fecha 28 de noviembre de 2013, firmado por Chedid Abraham, quien informa al Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo el inminente cumplimiento de la sentencia de la controversia constitucional 93/2012 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ordenaba construir la presa a solamente 80 metros. “… con motivo de la resolución emitida por la SCJN en la controversia [93/2012] la Conagua inició las acciones de cumplimiento procedente para acatar dicha sentencia por lo que debido a la complejidad del ajuste en todos los órdenes a realizar le solicitó a la empresa ejecutora presentar un análisis preliminar sobre las implicaciones técnicas, financieras y administrativas que conlleva dicho ajuste”, les dice. Chedid Abraham tenía 40 días de haber recibido el dictamen con información totalmente contraria por parte del CTOOH.
Y nueve, el oficio B00.00.R09.000484 del 10 de abril de 2014, relativo al dictamen del CTOOH que entrega, con casi seis meses de retraso, Chedid Abraham al director de la CEA Jalisco, Felipe Tito Lugo Arias.
Toda esta información la han conocido a través de documentos fragmentarios publicados en la prensa local, y copias simples. Pero los juicios demandan documentos certificados y hay varios pendientes desde el año 2013 en que ya reclaman la responsabilidad del funcionario. Como ocurre desde que arribó a la sede occidente de la Conagua, pese a las peticiones reiteradas de MILENIO JALISCO, José Elías Chedid Abraham ha decidido no responder de nuevo por estas denuncias.
Dictamen: las ilógicas de un megaproyecto.
Es “sumamente preocupante que de manera irresponsable y precipitada se diga que después de 5 años de operación de la presa El Zapotillo se requerirá otra obra adicional en cuenca media para seguir cubriendo las necesidades de agua de la población. Es decir, un proyecto de más de 13 mil millones de pesos que cumple su justificación sólo durante 5 años…”.
La crisis hídrica de Chapala y los tandeos que está realizando el SIAPA en Guadalajara, “son parte de una crisis inducida para alarmar a la sociedad tapatía buscando legitimar la construcción de la presa El Zapotillo, la presa El Purgatorio y de más presas en la cuenca media del río Verde […] un amplio sector de la población carece del servicio del agua, por lo que estamos a favor de una gestión integral y su aprovechamiento sustentable bajo el principio de la equidad, la justicia y la participación democrática […] el agua es un bien público y no un bien económico”.
El Dictamen presentado por el CTOOH para justificar la inundación de Temacapulín es endeble. “La cuenca del río Verde no cuenta con un balance hídrico actual y completo, con datos hidrométricos confiables, en el que se incluya la perspectiva del cambio climático. Los acuerdos, convenios y decretos que han sido elaborados para la distribución de las aguas del río Verde, así como los estudios técnicos justificativos para El Zapotillo, se caracterizan por no reflejar la participación de los diferentes actores sociales y usuarios del agua presentes en la región alteña”.
La construcción de la presa y del acueducto “representa un negocio importante de privatización del agua en donde los principales beneficiarios son las empresas constructoras trasnacionales FCC y Abengoa, y las nacionales La Peninsular y Grupo Hermes”.
Los Altos de Jalisco “es la principal región productora de alimentos de origen animal en el país. Ahí se produce el 88% del huevo y el 22% de la proteína total producida en México. Es indispensable reconocer la necesidad de agua que tiene, la cual se manifiesta en el abatimiento de sus acuíferos, el crecimiento productivo pecuario y poblacional que ha registrado esta región en los últimos 25 años […] no sobra agua”.
El agua de El Zapotillo no sería para abastecer a los ciudadanos de León, Guanajuato, “sino para las empresas y compañías nacionales y trasnacionales inversionistas del proyecto Puerto Seco o Guanajuato Puerto Interior y para las agroindustrias de los empresarios de la región”.
En el análisis de alternativas, “no se consideraron opciones diferentes a una presa de almacenamiento, tales como la reducción de la demanda, mejorar la gestión del agua superficial y subterránea, uso de ecotecnias, mejorar las actuales redes de distribución y/o reestructurar los sistemas tarifarios existentes, educación ambiental a la población sobre el uso racional del agua, entre otros componentes de la gestión integral del agua”.
Fuente: Pronunciamiento de expertos aliados de Temacapulín (MILENIO JALISCO, 9 de mayo de 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario