martes, 22 de mayo de 2012

Familia de pumas florece en un bosque asediado



El mayor depredador silvestre de La Primavera se reproduce pese a la presión humana; director urge a mejorar la protección ante el hallazgo. Arriba, la foto de la hembra y sus cachorros, cortesía del bosque

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO

La Primavera, un bosque asediado por los intereses inmobiliarios, invadido por basura, afectado por incendios forestales, visitación descontrolada y cazadores furtivos; que además está cercado por carreteras de cuatro carriles que destruyen las rutas para su intercambio genético, ha sido el espacio en que una familia puma (Puma concolor) ha usado su ingenio evolutivo para prosperar.

La sorprendente evidencia de una hembra y dos cachorros del félido, jamás captada antes en este bosque, data del registro de hace algunas semanas en una cámara fija que forma parte del programa de fototrampas que tiene casi cuatro años de aplicarse en las zonas más importantes de paso, reproducción y crianza de fauna que tiene el área natural protegida. Es una imagen donde la madre camina de espaldas con su larga cola extendida, arriba de un bebedero, mientras un cachorro camina por el borde y otro sigue a su progenitora desde abajo, entre la hojarasca, en medio de un boscaje espeso.

La fotografía se encadena a otra serie de tomas que se habían hecho en 2009 y 2011 (ver PÚBLICO-MILENIO, 8 de noviembre de 2009 y 6 de marzo de 2011) donde ya se había captado a un macho de buena talla y apariencia saludable, pero nunca acompañado, lo que arrojaba dudas sobre su viabilidad dentro de esta serranía que, se temía, ya no contaba con los corredores biológicos para permitir la llegada de otros felinos.

No se sabe de dónde vino esa hembra, pero confirmaría que pese a la agresión sistemática contra la integridad de los ecosistemas por parte del hombre, la vida se sigue abriendo paso. La presencia de una familia del mayor depredador de La Primavera es un síntoma de salud, señaló ayer el director ejecutivo de la reserva ecológica, José Luis Gámez Valdivia.

Al ser la cúspide de la pirámide alimenticia, la presencia del felino denota que los otros componentes de la cadena biótica están presentes, como son los depredadores menores, los herbívoros, las diferentes capas vegetales y los microorganismos que las sustentan.

De hecho, la pacífica supervivencia de estos gatos también echa por tierra la presunción de su peligrosidad para los humanos o el ganado.

La bióloga Karina Aguilar, directora de conocimiento de La Primavera, define la cadena o pirámide trófica como “el proceso de transferencia de energía y nutrientes a través de una serie de organismos, en el que cada ser se alimenta del alguno otro y éste, a su vez, es el alimento de una especie más dentro de un ecosistema”.

Esta pirámide se fundamenta “con un organismo autótrofo —es decir: que es capaz de fabricar su propio alimento sintetizando sustancias orgánicas a partir de elementos inorgánicos que absorbe del aire, el sol y el suelo—; luego, vienen los consumidores en el que primeramente intervienen los herbívoros, que a su vez serán consumidos por los carnívoros, quienes no se salvan de otros carnívoros o de los carroñeros que se encargarán de limpiar los restos”.

Luego aparecen “los degradadores, que actúan sobre los organismos muertos transformando la materia orgánica en nutrientes para el suelo y el aire. De esta forma el círculo de la llamada cadena se cierra”.

Un ejemplo de la importancia de mantener estas asociaciones, pues derivan en grandes beneficios para el hombre, es la relación “hierba, conejo, lince; en donde si desapareciera el conejo, por causa de una excesiva cacería humana, entonces la hierba saldría de control y sería un combustible en tiempos de secas para los incendios y, por otra parte, el lince se vería obligado a buscar su alimento en algún corral cercano, causando miedo entre los habitantes con ganado y provocando que quieran exterminar a estos elementos por considerar que les son dañinos”. Esta historia cada vez es más repetida en la periferia del bosque (PÚBLICO-MILENIO, 9 de abril de 2011).

La experta no confía en la calidad de las intervenciones humanas en los mecanismos que sustentan la cadena trófica: “Las interacciones dentro de un ecosistema son únicas, especiales y específicas, que sólo dan pie a cierta flexibilidad cuando aparecen los organismos oportunistas, por lo que muchas o la mayoría de las intervenciones de los humanos siempre terminan causando líos de alteración natural a los ecosistemas…”.

De ahí la gran importancia de mantener la presencia institucional en el bosque, es decir: guardabosques e inspectores que eviten el ingreso de cazadores y taladores furtivos, suficientes brigadistas para atacar los incendios provocados, mayor y mejor infraestructura para el programa de fototrampas y otras modalidades para el monitoreo de la fauna, lo que significa un presupuesto suficiente y un esquema jurídico adecuado para la aplicación de actos de autoridad, subraya Gámez Valdivia.

Así, este programa se integró con recursos muy limitados —apenas hay ocho cámaras, pues dos se quemaron en el megaincendio de hace un mes— pero objetivos claros: “Diseñar un sistema de registro de información para integrar los datos generados por el fototrampeo, y establecer una red de sitios permanentes de observación periódica para documentar la diversidad biológica y su distribución”.

No se tienen los recursos ideales —collares de radiometría, rifles para dardos tranquilizantes, más cámaras—, pero la presencia de una familia de pumas —como una flor entre la adversidad de un bosque quemado y alterado— demuestra cuál es el camino a seguir. “Estamos pagando el hecho de ser pioneros en este tema, pero podemos avanzar para mejorar este conocimiento y proteger mejor a la fauna, que a fin de cuentas, ayuda al hombre y mantiene el sustento de la economía que forman los ecosistemas y sus servicios ambientales”, concluye Gámez Valdivia.


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Claves

Puma concolor

► El nombre científico del puma o león de montaña es Puma concolor. Se trata del segundo felino más grande de México, de tonalidad marrón a gris, normalmente pacífico con el hombre y con el ganado. Se trata del depredador más versátil de América, pues habita desde las zonas más nevadas del continente hasta los bosques templados, las selvas y los desiertos.

► En Jalisco se ubica por casi todo el territorio, salvo donde ha sido expulsado por el hombre, que lo suele señalar, de forma injustificada, por atacar el ganado o ser riesgo para las personas. En el bosque La Primavera es la cúspide de la pirámide alimenticia y, en consecuencia, esencial en el mantenimiento de los ecosistemas y sus servicios ambientales.

► Un programa de monitoreo del puma en La Primavera demanda más recursos de los que se tienen: además de cámaras, la posibilidad de poner a los cachorros un collar para radiometría, lo cual permitiría seguirlos dentro y fuera del bosque; a su vez, esto exige rifles y dardos tranquilizantes; el problema es la falta de financiamiento.

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