El debate con Gleason es por la mala calidad del agua pluvial; pero colectores no llevan agua negra al vaso, asegura
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
El SIAPA ya construyó la solución para la llegada de las aguas negras al vaso del parque Liberación o El Deán; se trata de la construcción de tramos faltantes de colectores que hacen que ya no lleguen las aguas crudas desde la zona del rastro municipal o de la colonia Higuerillas, aclaró ayer el director del organismo operador, Aristeo Mejía Durán.
Es decir, la propuesta de que se complemente esa infraestructura está descontextualizada porque la realidad es que el colector mixto se separó y se ha dejado de tener un foco de contaminación permanente en la zona, reconoció el consultor Porfirio Ruvalcaba Barajas, quien había hecho la propuesta de terminar esa red.
Lo que el SIAPA si hace en este momento es un colector, pero para desahogo de agua pluvial, de acuerdo a la información de la misma dependencia. “…como parte del Plan Integral para el Manejo de Inundaciones”, arrancó el 12 de mayo la construcción del colector de entrada en El Deán, en la colonia Ferrocarril, en tres frentes: calle Litografía, entre la calle Valdez Téllez y Gonzalo Ancira; calle 11 y Calle 13, entre Gobernador Curiel y la calle Armillita; calle Amillita entre calle 11 y Calle 13. “Dicha obra captará agua de lluvia por la cual se conducirá, esto con el fin de canalizarla al vaso regulador en el interior del parque, por lo que será de gran ayuda para mitigar los problemas de inundación que se presentan en la parte media y baja de la cuenca, que afecta a la zona de El Deán”.
El reclamo de los vecinos disidentes y sus asesores, en especial el investigador Arturo Gleason: “La normativa mexicana, define aquellos lineamientos que permiten dar tratamiento general a los escurrimientos y sobre la dificultad para limpiarlos, pero no enuncia aquellos lineamientos para su manejo y su tratamiento en específico. La normativa internacional expone que los contaminantes de escurrimientos urbanos son una fuente difícil de localizar ya que proviene de aguas servidas, escurrimiento pluvial y depósitos cloacales, los cuales vierten en días lluviosos y días secos sustancias provenientes de metales, autos, aceites, insecticidas, bacterias, virus, etc. Lo anterior daña a los ecosistemas, la calidad del agua, la salud de la población, cambios en el hábitat físico y en la percepción de la calidad del agua en la población”, dice el informe difundido el pasado 15 de junio.
“Los escurrimientos pluviales arrastran los siguientes contaminantes: partículas en suspensión, solidos suspendidos totales, demanda química de oxígeno, demanda biológica de exigen, plomo, zinc, cadmio, cobre, cromo, contaminantes orgánicos persistentes, bacterias totales, bacterias colifecales (BCF), nitrógeno (N), fósforo (P)). Está comprobado que estos dañan a la salud o a los ecosistemas que se encuentran en contacto con ellos”.
SRN
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