jueves, 30 de mayo de 2019
“Ajustes” al polígono le quitan 53 ha al ANP de La Primavera
Se trata de tierras que adquieren alto valor por su potencial para desarrollos inmobiliarios; la Conanp “corrigió” el mapa de la zona protegida
Agustín del Castillo / El Diario NTR Guadalajara
Tras de que la errónea o insuficiente defensa jurídica del bosque La Primavera por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), ocasionó en 2009, por órdenes de la justicia federal, la pérdida de “hasta 640 hectáreas” del polígono decretado por el presidente José López Portillo en marzo de 1980, el organismo federal ahora pide que los gobiernos locales respeten lo que es, de facto, un nuevo recorte: otras 53 hectáreas menos para el área natural protegida.
Si bien, es apenas una fracción, el beneficio es enorme para las pequeñas propiedades contiguas al área de protección de flora y fauna en la zona de prolongación avenida Mariano Otero, de Zapopan, en las cuales existen proyectos de desarrollo inmobiliario. La diferencia de valor entre un predio ubicado en el bosque pero fuera del polígono protegido, y tierras del área natural protegida (ANP), puede ser abismal, porque el primero está en el mercado: se estima extraoficialmente que el metro cuadrado en interior del bosque va de diez a quince pesos, y en los fraccionamientos periféricos, varía de 5 mil a 12 mil pesos: 500 a 1,200 por ciento más.
El cercenamiento culminado por orden de un tribunal colegiado en 2009, favoreció a tierras de tenencia ejidal, donde actualmente se da una desordenada urbanización con caseríos de personas de bajos recursos (Santa Ana Tepetitlán). Pero en este nuevo “ajuste” no media un mandato de juez, ni siquiera una publicación en el Diario Oficial de la Federación: la Conanp argumentó que el plano del ANP fue corregido en 2014, y el polígono resultante deja sin vigencia el que la propia dirección de La Primavera aplicaba desde el año 2000, cuando se inscribió el decreto en el Registro Público de la Propiedad tras un proceso largo de establecimiento de mojoneras y de trabajos técnicos multidisciplinarios, liderados por el entonces director ejecutivo, Salvador Mayorga Castañeda.
LA HISTORIA
El ex director explicó en ese entonces que el gabinete técnico determinó los linderos no solamente por los vértices publicados en el decreto presidencial de 1980, sino con base en las características del territorio que se recorrió completo (barrancas, lechos de ríos). La urgencia del proceso era blindar jurídicamente una ANP que permanecía precaria y bajo un alto riesgo, ante el fortalecimiento de los intereses empresariales ligados a proyectos inmobiliarios campestres y residenciales.
Muchas voces entre los propietarios reclamaban el establecimiento de mojoneras como un trabajo incorrecto, pero esto jamás derivó en juicios contra el polígono oficializado en 2000. En realidad, el conflicto volvió a brotar apenas en 2014, cuando el gobierno de Aristóteles Sandoval determinó dar vida al organismo público descentralizado Bosque La Primavera, lo que lo enfrentó con pequeños propietarios y ejidos del bosque, que ambicionaban un cogobierno del ANP.
“La Conanp hizo entonces su polígono oficial y el trabajo le arrojó diferencias con el que manejaba el bosque; consideró necesario hacerlo porque se comenzaron a enfrentar juicios de los propietarios por el tema del OPD y se necesitaba respaldar con un mapa oficial”, explica a El Diario NTR un funcionario de ese gobierno que participó en las negociaciones.
El tema no se volvió a tocar sino hasta 2018, cuando se realizaba el proceso del nuevo ordenamiento ecológico municipal de Zapopan. Una nota informativa de mayo de ese año, con copia en poder de El Diario NTR, maneja las dudas del municipio. “El límite del ANP La Primavera que se maneja en los planes parciales y el programa de ordenamiento ecológico territorial vigente corresponde al polígono oficial resultante del decreto del 6 de marzo de 1980 […] si bien, el decreto tiene deficiencias para establecer el límite del ANP, la poligonal utilizada en los instrumentos es la proporcionada por la Conanp en el año 2000 y 2005 para los trabajos de actualización de los planes p arciales de urbanización y el POETZ (Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Zapopan). Esa misma poligonal es la que después la dirección del ANP antes y después de conformarse como OPD ha socializado como el límite oficial”, explica.
En la descripción del límite en el decreto, “para la zona que presenta diferencias no se indica la posición del vértice 50, lo que da lugar a las diferentes interpretaciones […] La OPD La Primavera publicó un mapa informativo donde compara el límite actual del ANP contra el propuesto por la Conanp en 2015, haciendo notar la diferencia en la franja que va del vértice 50 al 56, restando la propuesta de Conanp 53.14 hectáreas al polígono original”.
Y “aunque este último polígono se puede encontrar en la página de Conanp, no se ha encontrado alguna referencia que lo oficialice; el polígono original también está para consulta en la sección de datos abiertos, pero ninguno de los dos aclara ser el límite oficial. En el ámbito jurídico no se ha encontrado alguna modificación del decreto de protección que justifique o avale el límite de 2015, eso sin mencionar que la modificación de un decreto solo puede ser para la ampliación del área a proteger, y la propuesta de 2015 le resta área al ANP; otra razón de modificación del decreto sería por orden Judicial mediante sentencia (como sí es el caso del ejido santa Ana Tepetitán)”, lo que no aplica en el caso de esa “corrección” de la Conanp.
La nota aclara que “los instrumentos de planeación en sus delimitaciones y zonificaciones consideran el polígono del 2000 y basan en este sus trazos, la UGA (unidad de gestión ambiental) de La Primavera usa este límite también y empata con los polígonos de usos de suelo de los planes parciales. El límite de la UGA de La Primavera, sin importar si usa uno u otro polígono en su delimitación, cumple la función de protección y manejo que la unidad requiere y en el caso de que se modifique o valide el límite del ANP, la OPD deberá limitarse a la administración del área delimitada por el polígono que resulte como ANP, no afectando por ello el criterio de manejo o de política de la UGA en cuestión, es decir, la OPD administra el ANP no la UGA”.
ORDENAMIENTO ECOLÓGICO
La Conanp se vio obligada a insistir ante el señalamiento de las diferencias de los polígonos por parte del ayuntamiento.
En el oficio F00.DROPC.-0498/2018, dirigido al encargado de despacho de la Coordinación General de Gestión Integral de la Ciudad de Zapopan, Miguel Ángel Vázquez Aguilar, el 4 de junio de 2018, y firmado por el director regional, Humberto Gabriel Reyes Gómez, se señala: “se han realizado diversos levantamientos topográficos den el área con GPS (geoposicionador) ´para determinar el límite preciso, el cual ha quedado acorde con los límites establecidos en el decreto de creación del área natural protegida. En alcance de lo anterior, le señalo que el polígono del área de protección de flora y fauna La Primavera no ha sido rectificado, como lo señala en su escrito, por lo que le reitero que el polígono entregado en formato shape file, mediante oficio F00.DROPC.-0311/2018 debe ser considerado como el oficial del ANP2. Y señala que está contenido en el sitio web del sistema de información geográfica de la Conanp (http://sig.conanp.gob.mx/website/pagsig/).
No obstante, la permanencia de una política a nivel de UGA no es ya competencia del organismo federal. La propuesta trabajada de ordenamiento, mantiene la zona de las 53 hectáreas al margen de los planes parciales de desarrollo urbano. El problema es que desde esa fecha, la publicación y entrada en vigor del nuevo ordenamiento ecológico de Zapopan no se ha dado, y muchas voces no descartan que se esté “revisando” una modificación a la UGA que libere ese territorio a la especulación inmobiliaria.
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Tres datos
30,500 hectáreas son las que señala el decreto de 1980 que creó la zona de protección de flora y fauna de La Primavera
De “580 a 640” hectáreas del ejido Santa Ana Tepetitlán fueron extraídas del polígono tras la fallida defensa de la Conanp contra un amparo de ese ejido zapopano
53 hectáreas, ubicadas en torno al corredor de Mariano Otero, no corresponden al polígono, aseguró la Conanp en 2018
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El ordenamiento puede proteger si se usa, advierte Curiel
Agustín del Castillo
El ordenamiento ecológico del territorio es el instrumento de gestión ambiental más potente y sólido para garantizar la conservación del patrimonio natural y generar un modelo de desarrollo adecuado en los confines de las áreas naturales protegidas, “a condición de que lo usemos”, señala el investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA-UdeG), Arturo Curiel Ballesteros.
“En los años ochenta y noventa se crea la Secretaría de Medio Ambiente en nuestro país, y precisamente la modificación a la Ley General de Equilibrio Ecológico Protección al Ambiente, para hacer posible el ordenamiento ecológico del territorio, que tiene la enorme ventaja de tener características de ley, es decir, que es de cumplimiento obligatorio, y está basado el interés público constitucional; lógicamente, teníamos ahí la herramienta más fuerte para todos los proceso de gestión ambiental de este país”, subraya, en entrevista con El Diario NTR.
No cree que haya habido error en la concepción y elaboración de los ordenamientos, sino en la falta de ejecución.
“El ordenamiento se plantea desde el principio como debe ser; no debe ser contrario al ordenamiento nacional; cuando se publica, en la última versión, Jalisco aparece con la mayor cantidad de superficie bajo políticas de restauración; lo que nos obligaría, en términos del ordenamiento territorial, es implementar mecanismos para rehabilitar o restaurar mejor la vida silvestre, y en eso no hay todavía acciones que se implementen, eso es contradictorio; tenemos una política establecida que no se aplica y entonces no se aprovecha esta excelente posibilidad”, añade.
Esto, de algún modo, permite paliar el problema de sacar adelante procesos de ANP que normalmente cuentan con alta resistencia de actores, como sucede en Sierra de El Cuale, en Vallarta, o en el caso de La Primavera, donde los intereses económicos de corto plazo son un desafío para la conservación.
“Lo cierto es que sigue habiendo este desequilibrio que juega contra el objetivo mismo del desarrollo sostenible; urge que dejemos de valorar solamente la parte de la economía, hay que darle el mismo valor a lo social a lo político y lo ambiental si lo que queremos es sostener el desarrollo; todo está muy bien en el discurso, pero no se aplica”, lamenta.
“Debemos caminar a que las áreas naturales protegidas realmente se vayan reconociendo como áreas protectoras, porque eso nos da otro referente, zonas que protegen la vida, que protegen la salud de las personas; sin lugar a dudas lo que está fallando es la implementación de la política más importante, que es la del ordenamiento ecológico del territorio”, puntualiza.
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