La dependencia que construye la línea 3 del tren ligero asegura que hay un compromiso para que el inmueble de San Francisco de Asís sea completamente restaurado.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en voz de su director general de Desarrollo Ferroviario y Multimodal, Guillermo Nevárez Elizondo, niega cualquier impacto negativo del paso de la tuneladora por abajo del templo de San Francisco de Asís, con 450 años de antigüedad.
"Las grietas del templo ya existían. El paso de la tuneladora no tuvo efecto negativo alguno en el edificio, no afectó la estructura del templo ni provocó un agrietamiento mayor al que ya existía antes", asegura en una carta aclaratoria enviada a MILENIO JALISCO, en realción a las evidencias presentadas por el arquitecto de la UdeG, Jorge Fernández Acosta.
"Dadas las condiciones físicas del templo de San Francisco de Asís y con el apoyo y la asesoría del Instituto Nacional de Antropología e Historia y del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se hizo una inspección para determinar las acciones preventivas para la perforación del túnel de línea 3 del tren ligero de Guadalajara. En consecuencia, siempre bajo la supervisión de los expertos, se efectuaron acciones tales como el reforzamiento de la torre e inyección de mortero a las grietas más importantes, para minimizar el impacto al paso de las máquinas perforadora", sostuvo.
Las grietas "serán reparadas bajo la supervisión detallada y constante del INAH y del Instituto de Ingeniería de la UNAM, instancias que han determinado que los procesos empleados para la construcción del túnel son correctos", añade.
El Instituto de Ingeniería de la UNAM, el INAH y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes "con apoyo de un panel de expertos, han dado un seguimiento exhaustivo a las condiciones del templo de San Francisco de Asís y han actuado con toda oportunidad antes, durante y después de los trabajos de construcción del túnel", concluye el funcionario.
La crítica del experto del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la UdeG, es que solamente se reforzó un tercio del subsuelo sobre el que está implantado el templo, lo que ha generado desplazamientos del resto de la estructura porque permanece en suelos menos compactados.
"... lo que se ha hecho se ha hecho mal: desde la inyección al subsuelo para pretender estabilizarlo en sólo un sector del edificio –lo cual provocó asentamientos diferenciales y hundimientos considerables– hasta los inadecuados procesos de implementación de una incorrecta estrategia de sustentación antisísmica, es decir, no existe una lógica de solución estructural que garantice la permanencia del edificio y sí existe un discurso que pretende minimizar o aún anular los voces e inteligencias críticas y objetivas de expertos en geología, mecánica de suelos y en procesos edificatorios, que están pendientes e interesados por el comportamiento del templo y su conservación", dijo a este diario (MILENIO JALISCO, 2 de mayo de 2017).
Queda pendiente la presentación de los estudios de los suelos entre los que se desplaza la tuneladora, y del pronóstico del modo en que se comportarán las edificaciones al constante paso del tren, una vez que la obra sea terminada.
SRN
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