martes, 29 de octubre de 2013
Los nayeri y la CFE en disputa por megapresa
Los comuneros coras se niegan a aceptar el vaso artificial en el río San Pedro, porque inundaría o pondría en riesgo 18 sitios sagrados y condicionaría su modelo cultural.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO
Presidio de los Reyes es un pueblo que sintetiza bien el accidentado devenir del pueblo nayeri en su enfrentamiento con el estado mexicano, sea el colonial en el siglo XVIII, el liberal del XIX o las versiones paridas de la revolución, en la última centuria.
Hoy, en las calles de piedra y tierra de este caserío de tierra caliente se refleja la división causada por el último megaproyecto gubernamental: la hidroeléctrica Las Cruces, con el que se pretende represar el río San Pedro en el territorio cora, lo que pone en riesgo hasta 18 puntos marcados por una toponimia vieja y sagrada que los fuereños no suelen siquiera intentar comprender.
Así, el poblado está partido por el río y por la historia: primero los mestizos, con dos generaciones en su haber y respaldo total a una obra que les promete miles de empleos (en su mayor parte temporales), mejor infraestructura, asistencia social y salud. Al trasponerse el puente están los descendientes de los aborígenes, que más allá de su tradicional desconfianza, ven en el embalse artificial la destrucción de una parte de su mundo, un proceso más en la larga erosión de una cultura cuyas aldeas serranas ya no parecen una frontera infranqueable.
Tras los valles suaves y feraces de la costa, se remonta por Estación Ruiz al poniente, hacia las montañas del Gran Nayar, por una carretera aún inconclusa, y se llega a la comunidad de San Pedro Ixcatán. De origen indígena, es una de las nueve que integran el mundo cora, pero por su cercanía a las llanuras, tiene un fuerte componente de campesinos avecindados que ostentan derechos agrarios y no siempre juegan a favor de los intereses locales.
El enfrentamiento más reciente ocurrió el pasado 12 de octubre al reiterar su rechazo. “La Comisión Federal de Electricidad ha aprovechado esto para tratar de dividirnos; promete todo pero condicionado a un sí, y si eso falla, fabrica acuerdos, asambleas y toda una serie de artimañas con el apoyo de la Procuraduría Agraria (PA) y del gobierno del estado”, señala Julián López Canaré, delegado por el Consejo Indígena Nayeri para apoyar a sus paisanos en un enfrentamiento tan desigual.
“Un megaproyecto así expropia una gran cantidad de tierra que es parte de nuestro territorio primordial, de por sí muy pequeño ante tantas invasiones; pero también es una intención de privatizar el agua; pensamos que para que nuestra cultura tenga continuidad necesitamos nosotros decidir sobre el uso de nuestro territorio y discutir sobre lo que pensamos debe ser el desarrollo”, añade.
Los comuneros coras están informados del proyecto desde 2008, pero fue apenas hace unos meses que se les intentó pedir la anuencia. Tras largas consultas al interior de la sierra, y con sus aliados académicos y de la sociedad civil, las autoridades indígenas decidieron que no el 7 de abril de 2013. La respuesta fue ruda: el 14 de abril, la paraestatal y la PA anexaron firmas de asistencia de la asamblea y con sus aliados mestizos (no todos) dieron permiso para continuar trabajos de exploración en el río San Pedro; el despliegue de apoyos fue abierto, pero por citar un caso, 30 frascos de suero antialacrán que llevaron a la clínica local, desaparecieron en tres días, “pues nos dijeron que se necesitaban en otra zona”, refiere un morador.
El asunto ha derivado en nuevos enfrentamientos. El más reciente es apenas del pasado 12 de octubre. Los comuneros reiteraron su oposición a la hidroeléctrica, pero el propio jefe de residencia de la Procuraduría Agraria, Rómulo Pérez Cruz, reconoció que no se podía verificar la asamblea debido a la falta de quórum, pues según el Registro Agrario Nacional, San Pedro Ixcatán tiene 920 miembros con derechos vigentes, pero resulta que 515 difuntos aún figuran como votantes.
Desde que se certificó el ejido de la kafkiana comunidad, los 515 ya habían sido sancionados por ausencia. Después se pasó por alto su persistente omisión y se les reintegró al padrón. Pero ni rastro de sus almas. “La CFE se vale de todo”, advierte Jorge Alberto Dávalos, profesor de Tuxpan.
La geografía accidentada permitió a los coras resistir la conquista europea por dos siglos. Hoy, cuando los ingenieros han descubierto en ello condiciones ideales para producir electricidad con una cortina de 185 metros de elevación, esa misma orografía parece cambiar los giros de un destino casi nunca promisorio.
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Tres siglos de conquista y aculturación
Mientras las autoridades políticas y culturales del estado de Nayarit parecen hoy más fascinadas por la imagen y el exotismo de los wixaritari (huicholes) que habitan su inestable frontera con Jalisco, la historia de tres siglos parece confirmar quelos coras o nayeri -que le dieron aesta entidad federativa el nombre- fueron los “hermanos mayores” de la sierra.
El antropólogo Víctor Téllez, de la Universidad de Guadalajara, sostiene que el destino delos tres pueblos (incluidos los tepehuanos u o´dam ) se definió en esa conquista militar, la última de la fase colonial.
“Antes de la conquista definitiva de la zona, los territorios estaban organizados política y religiosamente; por ejemplo, los templos huicholes circulares o tokipa, iban a partir de los más pequeños en una jerarquización de cada protocomunidad; el conjunto de varios tokipas son una unidad política, supeditada a un cacique,el cahuitero, que en el pasado tenía poder político, y estos a su vez ligados alos cacicazgos más poderosos, que en diferentes momentos fueron los cazcanes, los tepecanos de Bolaños o los coras de Nayarit”, señala el investigador.
Al interior del mundo de los wixaritari, la comunidad mayor era Santa Catarina Cuexcomatitlán o Tuapurie,como lo demuestra su inmenso templo. La estrategia de evangelización franciscana fue minar ese poder y fortalecer a la vecina San SebastiánTeponahuaxtlán o Waut+a. A nivel regional, el embate fue contra los nayeri.
“Culturalmente todos comparten elementos, es algo que antropólogos como Philip Weigand lo llevaban a hablar de la zona nayarita o el gran Nayar, en cuanto a que coras, huicholes y tepehuanes compartían el culto solar, la realización de los mitotes, el culto a los antepasados a través delas momias; los coras nayaritas comenzaban a ser los nuevos líderes regionales,ellos hasta 1722 recibían tributo de huicholes y tepehuanes, lo cual apunta a una unidad política interesante, pero el proceso de la conquista rompe con este esquema, hoy tenemos referencias del tributo de huicholes y tepehuanes, les decían ‘nuestros hermanos mayores’; los huicholes llevan todavía ofrendas a lugares muy específicos en El Nayar, como en algunas partes del río Bolaños o en San Lorenzo Azqueltán”, lo que para el estudioso revela esas viejas ligas culturales.
Así, el templo del gran Nayar, en Mesa del Nayar, “sería un ejemplo de esta hegemonía […] Mesa del Nayar era la sede política y religiosa más importante de toda el área entre los tres pueblos, y para borrarlo, los conquistadores,aparte de que destruyen todos los templos coras en la zona, cambian la sede política y religiosa a Jesús María, que es hoy la cabecera municipal”.
Esto fue “parte del proceso de borrar el pasado”, pero encontraste, con los huicholes no pasa lo mismo, “no acaban con todos los templos, lo tratan de hacer sistemáticamente, pero no lo logran, y por qué,porque los huicholes están en una zona más accidentada para entrar, y porque los huicholes participaron como aliados de los españoles en la conquista de los coras”.
- Entonces, ¿los huicholes no fueron conquistados como los coras?
- Hay quienes dicen que fueron sobornados, no conquistados,y en parte es cierto, en el tratado con Miguel Caldera [otro episodio más de un siglo anterior], lo que reciben los huicholes son animales para crianza, mantas, chaquiras, a cambio de proteger las fronteras.
- Entonces cuidaron sus intereses, pero tal vez no tenían alternativa.
- Cuidaron la diplomacia, con los españoles y también con los coras, pues siguieron siendo tributarios […] aun siguen siéndolo, llevan sus ofrendas, aunque ya no es el mismo valor, ya no llevan arcos, escudos,flechas, pero lo llevan en forma de ofrendas; siguen llevando tortillas,tamales, chocolates, y sangre de animales sacrificados, es una reminiscencia del pasado.
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